The European Union bans silver amalgams - why and how does it affect us as patients?

Como algunos de vosotros ya sabréis gracias a los medios de comunicación, este pasado 1 de enero de 2025 entró en vigor una medida de la Unión Europea a favor de la salud pública en la que se prohibía el uso de amalgama dental en nuevas restauraciones. Aunque en España lleva en desuso desde hace ya más de una decena de años, llegando a un punto de inflexión en 2018 cuando se desaconsejó su uso a nivel estatal por parte del Colegio de Odontología para el tratamiento de de dientes de leche, de menores de 15 años y de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, esta decisión termina de marcar un antes y un después en el uso de este material en términos dentales.

La amalgama dental, que tradicionalmente se había valorado por su durabilidad y facilidad de aplicación, contiene mercurio, lo que lleva años suscitando inquietudes sobre la posible liberación de vapores y de los efectos de estos en la salud.

Aunque diversas investigaciones han debatido el que existan estos riesgos, la decisión de la UE se fundamentó en el principio de precaución, orientado a minimizar cualquier exposición potencialmente nociva.

Alternativas a la amalgama

En este nuevo escenario, las alternativas estéticas y funcionales han ganado terreno. Los materiales compuestos, cerámicos y otros adhesivos dentales han experimentado importantes avances en los últimos años.

Tal como comentamos en nuestro artículo “Los composites dentales y el bisfenol A”, la búsqueda de materiales seguros y duraderos ha impulsado la innovación en odontología, posicionando a los composites como una opción cada vez más atractiva y confiable para las restauraciones.

¿Qué hago con mis empastes de amalgama?

Llegados a este punto, muchos pacientes que ya cuentan con empastes de amalgama se preguntan: «¿qué debo hacer?». Aunque no es necesario e imprescindible el reemplazarlos de inmediato, en la clínica aconsejamos hacerlo siempre que se comiencen a dar síntomas clínicos de posibles filtraciones.

Aún así, el mayor inconveniente que encuentran muchos pacientes y lo que les lleva a decidirse a sustituir por fin sus amalgamas por nuevos empastes de composite es sin duda el estético.