Una de las preguntas que más asiduamente realizan los pacientes a cualquier profesional dental es si deberían dar el paso al cepillo eléctrico, en función de la situación de su boca y de las mejoras que éste le pueda aportar.
Y es importante que la respuesta del profesional se articule siempre en base al máximo nivel de evidencia científica, disponiendo en este caso de una herramienta muy útil para responder a esta pregunta: la Colaboración Cochrane.
La Colaboración Cochrane es una organización internacional, independiente y sin ánimo de lucro, establecida en el Reino Unido. Su principal objetivo es asegurar que exista información sobre los efectos de las intervenciones sanitarias realizada de forma rigurosa y periódicamente actualizada, y que ésta se encuentre fácilmente disponible para todo el mundo.
Es decir, que revisa toda la información y todos los estudios científicos publicados sobre una materia, para ofrecer al ciudadano los resultados sobre aspectos cotidianos de su vida, y para apoyar al profesional en la toma de decisiones. Y, en este caso, un grupo de la Universidad de Sheffield (UK) publica un artículo en el que señala que: ‘powered toothbrushes with a rotation oscillation action reduces plaque and gingivitis more than manual tooth brushing’.
Es decir, que los cepillos eléctricos con acción oscilante-rotacional (tecnología patentada por la empresa Oral-B) reducen la placa y la gingivitis más que el cepillado manual.
Por tanto, la respuesta es: SÍ, todos los pacientes (niños y adultos, mujeres u hombres) mejorarán su salud oral con un cepillo eléctrico recargable oscilante rotacional, consiguiendo unos dientes encías más fuertes, y mejorando el pronóstico de los tratamientos que los profesionales dentales podamos hacer en su boca.