Los niveles descontrolados de azúcar en el cuerpo afectan al cuerpo… desde los pies hasta la cabeza, pasando por dientes y encías, lo que hace importantísimo que todo paciente diabético acuda con regularidad al dentista.
Recientemente, la Asociación Americana para Investigación Dental presentó un estudio en referencia a este tema, en el que se determinó la reducción de los costes sanitarios (derivados de hospitalizaciones) en pacientes diabéticos que tenían controlada su enfermedad periodontal.
En el studio, se compararon los gastos médicos de dos grupos de pacientes diabéticos durante un periodo de tres años; el primero de ellos de ellos con enfermedad periodontal recibió un tratamiento de choque y el posterior mantenimiento. El segundo de los grupos de pacientes periodontales recibió el tratamiento de choque pero no fue sometido a mantenimiento durante el periodo de estudio.
Al finalizar este periodo, aquellos que habían recibido mantenimiento periodontal redujeron sus gastos médicos en un 33% y las visitas al especialista en un 13% con respecto al grupo de control, con una reducción del gasto del 25% de los recursos destinados por ambos grupos al tratamiento de la diabetes.
Por tanto, los investigadores concluyen recordando que un tercio de los pacientes con diabetes tienen enfermedad periodontal avanzada, lo que supone que se pierde el hueso que ‘sujeta’ las piezas dentarias.
Los diabéticos de más de 45 años que no están controlados tienen tres veces más posibilidades de tener periodontitis severa que aquellas personas de su edad que no tienen diabetes. En el caso de los pacientes fumadores con diabetes mal controlada, el escenario es aún peor: tienen cinco veces más posibilidades de tener problemas graves de encías que los que no son diabéticos.
Por tanto, para iniciar un programa de mantenimiento periodontal, es recomendable:
– mantener los niveles de azúcar en los márgenes recomendados
– utilizar hilo dental y/o cepillos interproximales
– cepillarse los dientes después de cada comida
– visitar al dentista al menos dos veces al año para una limpieza dental y control de encías
– dejar de fumar, en su caso.