Los dientes, al igual que cualquier otra parte del organismo humano, sufren el tan temido proceso de envejecimiento siendo los signos más visibles de esto los siguientes:
- Desgastes, ya que desde el momento en que el diente aparece en la boca, está expuesto a diversos cambios físicos y químicos. Su nombre técnico es ‘atricción’, y depende de múltiples factores como son el tipo de esmalte, la oclusión (forma de morder), la fuerza muscular oral, el tipo de alimentos ingeridos, o las ausencias dentarias.
- Afecta principalmente y en primer lugar al esmalte, aunque si alcanza a la dentina, al ser ésta más blanda, se desgastará con más rapidez. En estos casos suele aparecer sensibilidad dental.
- Los incisivos son los primeros en sufrir atricción, seguidos de las cúspides de los molares y premolares y cuando ocurre esto se disminuye la altura de la pieza dental.
- Cambios de color: hay varias teorías siendo discutible si el oscurecimiento del diente con la edad se debe a un cambio del color de la dentina por envejecimiento de sus fibras de colágeno que se manifiesta a través del esmalte, o a que el propio esmalte se haga más translúcido con la edad o incluso a que éste se oscurezca ligeramente. Lo que está claro es que los dientes se vuelven más amarillos con la edad.
- Recesión gingival, la encontramos cuando la encía “encoge” dejando al descubierto parte del diente que antes estaba cubierta. Esto se incrementa significativamente después de la quinta década de la vida, pudiendo ocurrir en un diente, varios o generalizarse a todos.
- Es algo a tener en cuenta si se tienen fundas/coronas, restauraciones o carillas de porcelana ya que esta recesión fisiológica va a dejar al descubierto la raíz del diente y va a producir un problema estético.
- Al igual que la atricción también está la recesión patológica producida por enfermedad gingival (periodontitis) explicado en otros post.
- Apiñamiento sobre todo de incisivos inferiores. Este tipo de apiñamiento se denomina terciario y ocurre a lo largo de toda la edad adulta por causas como el acomodamiento de la oclusión en el tramo final de crecimiento de los maxilares y, en menor grado, por la presión de los músculos maseteros y la lengua.
En cualquier caso, es importante saber que hay profesionales capacitados para resolver todos estos problemas y evitar los signos de la edad en nuestros dientes, pudiendo contactar con la clínica Vélez&Lozano de Murcia para conocer de primera mano la solución a nuestros requerimientos estéticos.