En anteriores entradas del blog de Vélez & Lozano, tu dentista en Murcia, ya expusimos algunos de los beneficios que ofrecen los protectores bucales durante el uso de determinadas actividades deportivas, especialmente, aquellas que son de grupo o contacto directo.
De hecho, los profesionales de la odontología consideran que el protector bucal es un elemento de uso obligatorio en la equipación deportiva de ciertas actividades físicas, ya que protege especialmente las piezas dentales delanteras –las más expuestas- y, al mismo tiempo, disminuye el riesgo de sufrir lesiones graves.
Cuando hablamos de la práctica deportiva infantil, su uso es esencial para evitar males mayores, ya que los niños tienden a hacer deporte de una forma menos controlada, por lo que las caídas y los golpes suelen ser más frecuentes durante la infancia.
Por eso, en esta nueva entrada del blog de Vélez & Lozano, tu clínica dental en Murcia, especializada en cirugía y periodoncia, prótesis y oclusión, odontopediatría, estética dental y ortodoncia, entre otros tratamientos personalizados; queremos ofrecer algunas claves sobre los diferentes tipos de protectores bucales que existen y algunos consejos para su óptimo mantenimiento.
En líneas generales, existen tres tipos de aparatos que protegen los dientes durante la práctica deportiva: los que se hacen a medida por profesionales de la odontología, los comerciales o prefabricados y los de venta en farmacia que se adaptan a la boca después de hervirlos en agua y morder.
Sin lugar a duda, los que ofrecen el ajuste óptimo –fundamental para estar cómodos y no dañar nuestros dientes- y una calidad superior que aumenta su durabilidad, son los que se hacen a medida.
El asesoramiento de su dentista de confianza es básico, ya que su consejo podrá despejarle determinadas dudas y ofrecerle las mejores soluciones. Si hablamos de personas que llevan brackets (tanto en los dientes superiores como inferiores), su odontólogo también le ofrecerá una solución a medida para proteger sus dientes mientras hace deporte. No se trata de una cuestión menor, ya que un golpe o caída podría dañar el aparato y poner en riesgo la correcta alineación de sus dientes.
Consejos para un mantenimiento óptimo
Los expertos recomiendan enjuagarse la boca o cepillarse los dientes justo antes y después de haber hecho uso del protector bucal. En este sentido, es esencial también vigilar la limpieza del protector, lavándolo de forma frecuente con agua fría y jabón. Hay que guardar el protector en su funda y nunca hay que exponerlo al sol ni lavarlo con agua demasiado caliente.