Soy Fran Sánchez-Alcaraz, periodoncista de Vélez y Lozano. Si tu respuesta es afirmativa a alguna de estas preguntas, este artículo te interesará, porque repasaremos en qué consiste, y cuáles son sus manifestaciones más frecuentes.
¿Qué es la enfermedad periodontal?
La enfermedad periodontal es el término médico para referirse a la enfermedad de las encías. La primera fase es la gingivitis, que es una forma más leve, que si no se trata evoluciona a una patología más grave que es la periodontitis, que puede suponer dolor, en la encía, infecciones, e incluso la pérdida de dientes.
La enfermedad periodontal es una de las diez enfermedades que afectan a los humanos con más frecuencia y la principal causa de la pérdida de piezas dentales entre adultos, por lo que es importante ser consciente de la enfermedad y cómo se puede desarrollar.
La enfermedad gingival a menudo no duele ni causa molestias, en cambio se presenta como enrojecimiento, inflamación, sangrado o retracción de las encías. Esto hace que muchas veces no le demos importancia ey no busquemos ayuda tan rápido como deberíamos.
¿Cuáles son las causas?
Las enfermedades de las encías o enfermedades periodontales se producen por la acción de las bacterias que habitualmente viven en equilibrio en la boca. En algunas ocasiones, debido a una higiene oral incorrecta, se produce un sobrecrecimiento de estas bacterias en espacios de difícil acceso como el espacio entre encías y diente, o entre diente y diente.
Además de la higiene, hay otros factores que agravan esta enfermedad, como pueden ser:
- Tabaco, multiplica por tres el riesgo de padecer periodontitis.
- Estrés.
- Enfermedades sistémicas, como la diabetes.
- Defensas bajas.
- Cambios hormonales, como los que suceden durante el embarazo o la menopausia.
- Factores genéticos.
¿Cuáles son los síntomas de la periodontitis?
Te comentaba antes que los síntomas no siempre son muy llamativos, y no suele doler mucho, por eso es importante acudir a nuestro dentista si nos encontramos con alguno de las siguientes molestias:
- Sangrado de encías, espontáneo o durante el cepillado, y el enrojecimiento.
- Mal aliento.
- Hipersensibilidad al frío.
- Pérdida de encía o percepción de dientes más largos.
- Movilidad o separación de los dientes.
- Aparición de abscesos o flemones en la encía.
Sin embargo, en personas fumadoras, la enfermedad suele diagnosticarse más tarde, pues el tabaco reduce el flujo sanguíneo, por lo que, en ocasiones, el sangrado de encías no se manifiesta hasta fases más avanzadas de la enfermedad. Por ello, es conveniente que los fumadores presten una especial atención a la salud de sus encías, además de intentar dejar de fumar.
¿Qué complicaciones puede conllevar?
La periodontitis también afectar al estado de salud general, pues existe evidencia científica sobre la relación de esta enfermedad con el aumento del riesgo vascular, la descompensación de la diabetes, infecciones respiratorias o incluso el parto prematuro.
- Diabetes: la diabetes y la periodontitis tienen una relación bidireccional importante y si no se controlan de manera conjunta, pueden llegar a ser contraproducentes para una buena salud y una mejor vida. Como cualquier otra patología infecciosa, la periodontitis altera el estado metabólico-endocrino de las personas. Así pues, el paciente diabético tiene más riesgo de sufrir periodontitis y la periodontitis puede iniciar o aumentar la resistencia a la insulina, como así lo demuestran múltiples estudios científicos, complicando o dificultando el control de la glucemia.
- Enfermedad cardiovascular: la periodontitis es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular arterioesclerótica. La arterioesclerosis es una enfermedad fundamentalmente inflamatoria y está comprobado que focos infecciosos o inflamatorios no controlados, como los causados por la periodontitis, la hacen progresar, pudiendo llegar a desencadenar procesos más agudos, como síndromes coronarios graves. Se han encontrado algunos de los gérmenes causantes de la enfermedad periodontal presentes en las placas de ateroma de los vasos sanguíneos. Esto se explica porque, cuando hay una periodontitis no tratada, puede darse una liberación al torrente sanguíneo de bacterias, toxinas y otros elementos inflamatorios que pueden provocar problemas en otras partes del cuerpo. La presencia de estos elementos en las arterias coronarias desencadena un proceso de obstrucción, aumentando el riesgo de infarto.
Aunque la periodontitis es una enfermedad crónica y progresiva, las buenas noticias es que tiene tratamiento, y sobre todo prevención. Hablaremos de esto en mi próximo artículo.