El uso de las fotografías en las clínicas dentales como la nuestra en Murcia es algo que siempre llama la atención de los pacientes, especialmente de aquellos más reticentes a la hora de mostrar su sonrisa, que suelen preguntar si realmente es imprescindible. Sin embargo, las fotografías dentales se han convertido en una herramienta que ha superado el valor de lo ‘útil’ hasta trascender al de lo ‘fundamental’, como ya hemos comentado, debido a muchas razones.
En este artículo vamos a intentar explicar todos los por qué que se esconden detrás de una afirmación como esta, además de enumerar el tipo de fotografía que se utiliza en la práctica de la odontología.
POR QUÉ SON TAN ÚTILES PARA EL DOCTOR
Una fotografía supone un recurso fundamental para un odontólogo debido a lo evidente: una imagen bien tomada muestra al milímetro la anatomía oral del paciente tal y como es realmente, mostrando hasta los detalles más minúsculos. Nos permite consultarla posteriormente, sin necesidad de tener al paciente cerca, documentan la labor del odontólogo y facilitan la comunicación tanto con el laboratorio dental como con el paciente de forma más eficiente.
No olvidemos que el paciente también puede observar hasta los detalles más minúsculos de su propia anatomía a través de una fotografía de calidad y bien tomada, por lo que le será más fácil comprender el tratamiento y por qué y cómo lo vamos a realizar de la manera que le estamos exponiendo. Ya en tesis de 1983 se hablaba de la importancia de la fotografía como registro en clínicas dentales, afirmando que “mediante éstas se preservan todas las características clínicas del paciente y resulta mucho más sencillo y eficaz que una larga descripción verbal”.
Suponen un valor incalculable a la hora de servir de dossier gráfico, analizando y detallando la evolución de los casos clínicos desde la primera visita del paciente a la clínica hasta la última, aportando así un valor añadido a dichos registros y diagnósticos.
POR QUÉ SON TAN ÚTILES PARA LA CLÍNICA
La clínica dental sigue siendo proveedora de servicios, aunque estos se encuadren dentro del ámbito sanitario. Es por ello que las fotografías tienen una especial relevancia para la comunicación externa de la clínica, ya que suponen una potente herramienta de marketing. Las imágenes de antes y después tienen una función comercial y publicitaria que se vuelve imprescindible en ocasiones para llegar a más potenciales pacientes, algo que sigue aumentando exponencialmente año a año gracias a las redes sociales.
Además, con las posibilidades que se ofrecen hoy en día, gracias a dichas fotografías los doctores pueden crear simulaciones y planes de tratamiento que mostrar a los pacientes, lo que sin duda aumenta no solo el valor añadido de la clínica en sí, si no el porcentaje de aceptación de tratamientos en pacientes, sobre todo en aquellos que beben de la rama más estética de la odontología.
TIPOS DE FOTOGRAFÍAS EN CLÍNICAS DENTALES
La clase de fotografías que se usan en una clínica dental se pueden clasificar en básicamente tres tipos: intraorales, extraorales y complementarias.
Fotografía extraoral: Es aquella en la que la imagen que tomamos con la cámara muestra la cara completa del paciente. Se usa en muchísimos ámbitos de la odontología, como en la estética dental, la ortodoncia o incluso en cirugía maxilofacial. Podríamos distinguir, a su vez, otras dos subclases de fotografías, las frontales y las laterales.
Las fotografías extraorales frontales son aquellas en las que el paciente mira hacia el objetivo en posición erguida o semierguida. Dependiendo de la finalidad para la que queramos usar la fotografía, quizá necesitemos colocar separadores en las comisuras de los labios para separar el tejido bucal de los dientes o de la encía, si es que queremos que aparezca, aunque normalmente en estética dental y ortodoncia se suele preferir la sonrisa natural del propio paciente.
Las fotografías extraorales laterales, sin embargo, son aquellas que se toman, por tanto, desde el lateral del paciente, con la cabeza del mismo girada hacia el fotógrafo o, por el contrario con la vista al frente (pero el fotógrafo en su otro lado) si queremos tomar el lado izquierdo del paciente.
Fotografía intraoral: Como su nombre indica, son aquellas imágenes en las que se captura el interior de la boca del paciente, para captar algún detalle de forma más eficiente. En este tipo de fotografías se necesitan espejos intraorales, que pueden ser de diferentes tamaños o formas, para poder capturar zonas de difícil acceso. Con este tipo de imágenes se pueden fotografiar incrustaciones, implantes, endodoncias…básicamente cualquier tipo de intervención localizada en una pieza o zona en concreto.
También se consideran fotografías intraorales aquellas que, con ayuda de separadores bucales, muestran la zona oclusal del paciente, tan útiles e indispensables para ortodoncia.
Fotografías complementarias: Aunque estas fotografías rara vez llegan a ser vistas por los pacientes, son indispensables en el día a día de muchas clínicas dentales, acostumbradas a trabajar con ellas. En esta categoría entraría cualquier imagen que no muestre al propio paciente. Por ejemplo, podrían ser fotografías de su ficha clínica (para clasificar imágenes), radiografías, modelos o el material o instrumental usado durante una intervención…las posibilidades son diversas y variadas.