No les prestamos atención hasta que no aparecen, por eso, son muchos los padres preocupados por prevenir la aparición de caries en sus hijos antes de que el problema se agrave. Por eso, en esta nueva entrada del blog de Vélez & Lozano, tu dentista en Murcia, queremos profundizar en este tema que afecta directamente a los niños.
Como hemos explicado en anteriores ocasiones, para prevenir la caries debemos seguir unos hábitos de higiene constantes y, desde que sale el primer diente de nuestro bebé, evitar los hábitos de transmisión bacteriana, así como introducir los azúcares en la dieta de nuestro hijo lo más tarde posible, según recomiendan las doctoras Clara Serna Muñoz, Mar Hernández López y Macarena Rodríguez Santiago, de la clínica dental Vélez & Lozano en Murcia.
Y es que ya desde bebés, los niños están expuestos a lo que se conoce como la caries del biberón. Para evitarla, además de no abusar de los zumos o bebidas azucaradas, es importante que el bebé no se acueste con el biberón en la boca.
A medida que el niño va creciendo es necesario enseñarle a mantener una rutina de higiene dental diaria, que incluya un correcto cepillado y visitas periódicas al dentista, quien le aconsejará sobre cómo proteger su boca de una manera eficaz y fácil, siguiendo pautas adaptadas a la edad del pequeño.
Si a pesar de todo la caries hace acto de presencia en la boca de nuestro hijo o hija, será el dentista el que aconseje un tratamiento u otro, en función del problema y el tipo de dentición (si son dientes de leche o es la dentadura definitiva).
Todo dependerá de si la caries afecta o no al nervio del diente. Si se trata de dientes de leche no hay que realizar una endodoncia aunque la lesión llegue al nervio: el tratamiento será una pulpotomía. Por el contrario, el dentista realizará un empaste que obture la lesión cuando ésta no ha llegado al tejido nervioso.
Por otra parte, si estamos ante dientes de leche y la caries ha generado un agujero de tamaño considerable, el dentista puede solucionar el problema con una coronita metálica que permite al niño masticar con normalidad y favorece que la dentadura definitiva salga sin problemas de espacio.
Finalmente, el odontopediatra puede considerar necesario tener que extraer el diente solo en el caso de que éste sea inviable debido a que la infección se haya extendido y alcance las raíces del diente. Si el niño todavía tiene la dentadura provisional, su odontólogo puede proponerle colocar mantenedores de espacio, para que los dientes definitivos erupcionen sin problemas de espacio.