Lactancia materna y caries

¿Te preocupa que tu bebé pueda sufrir caries a causa de la leche materna? ¿Tienes dudas acerca de la salud e higiene oral de tu bebé en sus primeros dientes? Quédate con nosotros y te aclararemos estas cuestiones. 

La leche materna es el alimento ideal para nuestro bebé, ya que, además de nutrirlo, protege activamente su salud general y bucal.

Presenta los nutrientes necesarios como calcio, fósforo y proteínas, para la correcta formación de huesos y dientes. Y contiene componentes como la Arginina y la Urea que favorecen un aumento del pH oral y por tanto disminuyen la aparición de caries.

Además, gracias a la lactancia materna se retrasan hábitos nocivos para nuestro bebé como la succión del dedo o del chupete de forma prolongada, que pueden dar lugar a futuras maloclusiones. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Europea y el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, y complementada con otros alimentos hasta los 2 años o más, esto es, hasta que la madre y el bebé lo deseen. 

Por otra parte, la leche materna contiene azúcares, que combinados con una escasa higiene bucal pueden dar lugar a caries desde muy temprana edad. Como ya sabemos la caries en una enfermedad que se produce por la combinación de varios factores y son necesarias condiciones añadidas para dicha formación. 

Lo más importante es mantener una buena higiene, desde los primeros meses de vida de nuestro bebé, por lo que te recomiendo a continuación algunos trucos para conseguirlo: 

1. Independientemente de que la lactancia sea materna o con biberón, debemos limpiar las encías del bebé con una gasa húmeda incluso antes de la aparición de los dientes. 

Desde la salida del primer diente (en torno a los 6 meses), ya es necesario el cepillado con pasta fluorada (1000ppm), dos veces al día, por la mañana y por la noche. Además, es necesario levantar el labio durante el cepillado para limpiar las encías y observar que no haya manchas (descalcificaciones o caries iniciales).  

2. Debemos retrasar al máximo posible la introducción de azúcares como galletas o zumos en la dieta de nuestro bebé. El uso del biberón debe ser exclusivo para agua o leche pero no debemos añadir líquidos azucarados. La frecuencia con la que se consumen estos azúcares es más importante que la cantidad, por lo que a partir de la salida de los primeros dientes es necesario un mínimo de dos horas entre cada toma para permitir que la saliva neutralice el pH de la boca. 

3. Evitar en lo posible el traspaso de saliva al bebé, mediante acciones como probar o soplar su comida con la misma cucharilla o darle besos en la boca. Llevando especial cuidado si los padres o cuidadores presentan caries activas en esos momentos. 

4. La primera visita al odontopediatra es recomendable alrededor del primer cumpleaños del bebé, cuando empiezan a aparecer los primeros dientes de leche.