MI HIJO SÍ SE CEPILLA LOS DIENTES, PERO ¿LO HACE BIEN?

¿Por qué le salen caries a mi hijo si se cepilla los dientes?

Todos conocemos la importancia del cepillado, para que no aparezcan caries. Lo importante no es solo cepillarse, sino también hacerlo correctamente.

Llega a ser frustrante cuando aún cepillándonos los dientes siguen apareciendo caries, por eso comenzamos aclarando que no solo el cepillado influye en la aparición de las caries. La alimentación, el pH de la saliva, la calidad del esmalte, y la toma de medicamentos, entre otros factores, también pueden influir en su aparición.

En cuanto al cepillado, os damos estos 5 consejos para llevarlos a cabo con vuestros hijos.

1. Empecemos por la lengua

La lengua, al contrario que los dientes, presenta una superficie rugosa donde se produce gran acumulación y desarrollo de las bacterias, siendo una de las causas principales del mal aliento en niños.

Ya sea con el cepillo como con un limpiador lingual, simplemente debemos de cepillar desde tan atrás como podamos, y arrastrar en dirección a la punta de la lengua.

2. El tiempo es importante.

2. El tiempo es importante. El cepillado debe durar sobre los 2 minutos y para ello es recomendable contar con la ayuda de un temporizador, cualquier tipo de reloj, o poner alguna canción para que los niños completen dicho tiempo.

3. ¿Cuántas veces al día?

Es necesario cepillarse 3 veces al día, con la cantidad de flúor indicada según el riesgo de caries (1000 ppm de flúor, 1450 ppm de flúor o >1450ppm), que será determinado por su odontopediatra. Y con la cantidad de dentífrico según la edad:

  • 6m-1 año: una raspadita o medio grano de arroz.
  • 2 años: un grano de arroz.
  • > 3 años: un guisante.

Siendo recomendable escupir el sobrante, pero no enjuagarse tras el cepillado.

4. Errores a la hora de cepillarse

Un error muy común es cepillar los dientes sin tocar la encía, por lo que, si no la limpiamos adecuadamente, se va a inflamar y en ocasiones, cuando la cepillemos, sangrará y nuestro hijo se asustará.

Es importante enseñarles desde niños a cepillar “rosa y blanco”, es decir la encía y el diente.  Y que si sangra no pasa nada, es como una alerta para decirnos que justamente esa zona no la estábamos cepillando bien y tiene inflamación porque se ha acumulado comida. Hasta que no la cepillemos suavemente, no se desinflamará, ni dejará de molestar ni de sangrar, causando gingivitis.

5. Zonas que tenemos que cepillar

Por otro lado, debemos de ser conscientes de las zonas que tenemos que cepillar. Imaginaos el diente en boca como un dado, donde tenemos tanto la parte exterior, la superior (por la que masticamos) y la parte interior, que debemos de cepillar con el cepillo de dientes.

Además, tenemos los laterales situados entre diente y diente donde se va a retener comida y el cepillo no va a llegar. Para llegar a esos espacios necesitamos usar los arcos dentales que debemos de pasar haciendo un movimiento de vaivén hasta llegar a la encía y lo sacamos de la misma forma, retirando los restos de comida.

Frecuencia y calidad

Es importante tanto la frecuencia como la calidad del cepillado, por lo que es necesario que los papás revisen cómo lo hacen los niños, al menos hasta los 8 años de edad.

Ante la duda, podemos comprar un revelador de placa que va a teñir las bacterias que se acumulan en los dientes (la suciedad) y así comprobar en qué zona no se cepillan adecuadamente. Así nos aseguraremos de que lo hacen bien.

¡Recuerda!

  1. Cepillar la lengua.
  2. Cepillar los dientes durante 2 minutos.
  3. 3 veces al día.
  4. Cepilla diente y encía.
  5. Cepillar 3 zonas con cepillo y 2 lados con arco dental.