Morderse las uñas genera caries

Si has llegado a este artículo preguntándole a Google ‘¿Morderse las uñas genera caries?’, me imagino que es una cuestión que te preocupa debido a que tú o alguna persona muy cercana de tu entorno (probablemente un hijo) ha desarrollado este hábito, por lo que no te va a gustar la respuesta que puedo darte. 

Comerse las uñas es un comportamiento motivado por los nervios o el estrés, o inclusive el aburrimiento, que no solo perjudica a la estética de nuestras manos (al eliminar la cutícula) sino que afecta también a nuestra salud dental. 

Conocido como onicofagia, está presente entre el 45 y el 60% de menores de edad, siendo lo habitual que acabe desapareciendo por sí mismo en la juventud y los adultos que lo padecen no son una cifra reseñable. Eso sí, durante la adolescencia y la preadolescencia suele dar muchos quebraderos de cabeza, ya que es un hábito intuitivo e involuntario, lo que suele requerir un gran esfuerzo y en ocasiones ayuda de otros para conseguir dejarlo. 

7 Efectos negativos de morderse las uñas

  1. Bacterias e infecciones. Cuando nos comemos las uñas, introducimos las manos en nuestra boca, normalmente sin haberlas higienizado previamente, por lo que nos exponemos al riesgo de sufrir infecciones bucales severas, como gingivitis, aftas o herpes, debido a la exposición a esas bacterias y hongos. 
  2. Desgaste dental. Cuando nos mordemos las uñas ejercemos presión sobre nuestros dientes y esto provoca abrasión en el esmalte dental, siendo aún mayor el riesgo en pacientes con ortodoncia, ya que corren el riesgo de sufrir reabsorción radicular o pérdida dental. 
  3. Aumento de caries. La exposición prolongada a las bacterias que puedan poblar nuestras uñas y manos puede aumentar el riesgo de sufrir caries. 
  4. Halitosis. Las bacterias a las que nos exponemos al mordernos las uñas también pueden provocar que desarrollemos mal aliento.
  5. Alteraciones mandibulares. El mordisqueo continuado contribuye a la aparición de alteraciones en la articulación temporomandibular, comúnmente conocida como ATM. Entre las molestias que podemos sentir están los problemas para abrir o cerrar la boca, el dolor de cabeza, de oído y de mandíbula. 
  6. Deterioro en restauraciones. Si la persona tiene restauraciones o empastes de composite, podrán localizarse deterioros en los mismos. 
  7. Bruxismo. La presión que ejercemos en nuestros dientes al mordernos las uñas puede provocar bruxismo, entre cuyas consecuencias están el dolor de cabeza, las encías retraídas, la sensibilidad dental y, en casos más graves, la pérdida dental. 

Además puede acarrear más consecuencias en otras partes del organismo como: 

  • Infecciones intestinales
  • Parásitos
  • Infecciones bacterianas
  • Enfermedades virales

¿Cómo dejar de morderse las uñas?

Para cualquier afectado por este hábito nervioso, morderse las uñas se convierte en un comportamiento que causa malestar físico y emocional y que tratan de abandonar. El problema es que es un comportamiento inconsciente, y aquellos que lo sufren suelen sorprenderse a sí mismos haciéndolo mientras pensaban en otra cosa o trataban de mantenerse concentrados (por eso es tan típico de la etapa escolar), y por tanto, se convierte en un vicio difícil de dejar. 

Sin embargo, ahí van algunos consejos que puedes poner en práctica:

1. Incrementar el consumo de calcio y magnesio

Tanto el calcio como el magnesio participan en el fortalecimiento de las uñas y su consumo en cantidades apropiadas ayuda a estimular su crecimiento saludable.

Algunas fuentes naturales de estos minerales son:

  • Brócoli
  • Leche y sus derivados
  • Soja
  • Frutos secos
  • Pescado
  • Chocolate 

2. Utilizar un esmalte endurecedor

Uno de los métodos más usados es el aplicarse un esmalte o barniz especiales que endurecen la uña o le añaden un sabor desagradable, para así ayudarnos a combatir la parte más inconsciente del hábito. 

3. Protege tus uñas

Es interesante usar guantes o algún medio de protección que evite que las uñas entren en contacto con detergentes u otros químicos agresivos. Esto es debido a que pueden empeorar el problema de debilidad y causar el quiebre.

4. Distraerte mordiendo otra cosa

Aunque la idea general es dejar de morder, la distracción de la boca con otro elemento cuando vemos la tele o esperamos el transporte público, por ejemplo, es una forma de evitar dañar las uñas. Masticar un chicle, un caramelo o alguna verdura son buenas opciones para olvidar la práctica de este mal hábito.

5. Utilizar crema hidratante

Las manos y las uñas necesitan una hidratación diaria para conservarse bonitas. La constante mordida les causa sequedad y aumenta la necesidad de proporcionarles humectación.

Autor: Jacobo Martínez (Higienista Dental)