Bruxismo y estrés: como el ritmo de vida actual afecta a tu salud dental

El bruxismo, definido como el hábito involuntario de apretar y/o rechinar los dientes, puede manifestarse tanto durante el sueño (nocturno) como la vigilia (diurno), y el estrés es uno de los factores más frecuentemente analizados a la hora de explicar su intensificación, aunque no el único. En consultas dentales como la nuestra en Murcia, los dentistas vemos todos los días pacientes cuyos síntomas encajan directamente con periodos de tensión o ansiedad emocional.

Además, metaanálisis como el Global Prevalence of Sleep Bruxism and Awake Bruxism… (2003-2023)”, que encontró que aproximadamente un 22,2 % de la población sufre bruxismo, respaldan esta relación. Entre otras claves, estaría la de que, contrariamente a lo que se piensa, la prevalencia de bruxismo nocturno es inferior (21%) a la del diurno (23%), lo que obliga a mirar con lupa al estrés psicológico como uno de los principales factores de riesgo.

Relación directa entre estrés y bruxismo

Varios estudios y revisiones clínicas españolas, como por ejemplo esta o esta, han demostrado que existe una correlación significativa entre el estrés y el bruxismo: quienes presentan uno tienden a mostrar el otro con mayor frecuencia, acompañándose además de molestias en la articulación temporomandibular (ATM) o cefaleas tensionales. Además, aquellos pacientes identificados como «posibles bruxistas» tienen puntaciones más altas en las escalas que miden enfermedades como la ansiedad o la depresión y peor calidad del sueño, además del citado estrés.

Consejos prácticos contra el bruxismo

Lamentablemente, no existe una ‘cura’ contra el bruxismo entendiéndose en el sentido de un medicamento concreto que impida su aparición o empeoramiento, si no que tenemos a nuestro alcance varios enfoques que ofrecen alivio y reducen tanto la frecuencia como la intensidad del mismo:

  • Férulas de descarga: Reducen el desgaste dental protegiendo los dientes mientras se duerme. Muy importante hacerlas en una clínica dental como la nuestra y con medidas individuales, o podrían perjudicar más que beneficiar.
  • Higiene del sueño: Si mejoramos nuestra higiene del sueño controlando sus cuatro factores clave: horario regular; sin dispositivos electrónicos antes de acostarse; iluminación apropiada y temperatura ideal, mejoraremos nuestro descanso.
  • Técnicas de relajación: Si estamos sufriendo una etapa de mucho estrés, por la razón que sea, técnicas como el mindfulness, la respiración profunda, el yoga u otras actividades, pueden ayudar a liberar tensión muscular.
  • Hábitos diarios: Revisar nuestros hábitos diarios puede ayudarnos a reducir el impacto del bruxismo en nuestra vida. Cafeína, alcohol, alimentación pesada antes de dormir, posturas mandibulares inconscientes o respiración oral pueden agravar el bruxismo.

Conclusión

El bruxismo no es algo raro, ni un simple “molestia dental”: puede afectar tu calidad de vida, descanso, estética dental e incluso llevar a problemas más serios si no se controla. Cuando el estrés aparece como factor desencadenante o agravante, adoptar estrategias integrales de gestión emocional, hábitos sanos y protección dental puede marcar una gran diferencia. Si notas que rechinas los dientes, te duele la mandíbula al despertar, o tienes dolores de cabeza frecuentes sin causa aparente, vale la pena comentarlo en tu próxima cita con Vélez&Lozano para evaluar un plan personalizado.