Una de las dudas que se plantean con más frecuencia nuestros pacientes es si es más recomendable utilizar un cepillo eléctrico o uno manual. Actualmente, se considera que tanto el cepillado eléctrico como el manual son eficaces para retirar la placa siempre y cuando la técnica, la frecuencia, y la duración del cepillado sea la adecuada.
Sin embargo, los cepillos eléctricos presentan ciertas ventajas con respecto a los manuales, lo que hace que su uso sea más recomendable:
- Su uso resulta más divertido o motivador en el caso de los niños.
- Más facilidad de uso en el caso de personas con movilidad limitada o discapacidad.
- Reducen una mayor cantidad de placa bacteriana.
- Muchos incluyen temporizador, por lo que los pacientes dedican más tiempo al cepillado.
- Se produce una menor abrasión dental, debido a que poseen sensores que detectan si se ejerce demasiada presión durante el cepillado.
A pesar de ello, hay situaciones en las que sería más conveniente utilizar un cepillo manual, como por ejemplo tras una cirugía, en las que se recomienda utilizar un cepillo manual suave para las zonas sensibles. Además, estos cepillos son más accesibles ya que presentan un menor coste que los anteriores. Otra de las ventajas que presenta el cepillo manual es que podemos llevarlo en nuestro equipaje si viajamos a un lugar exótico, ya que no necesitan carga eléctrica.
Como conclusión podemos decir que ambos cepillos utilizados de manera adecuada son capaces de realizar un cepillado de calidad, pero utilizando uno eléctrico lo conseguiremos de una manera más fácil. Lo más importante es elegir aquel que se adapte más a nuestras necesidades.
Dr. Alfonso Zambudio, odontólogo en Vélez&Lozano