- Cómo se produce el desgaste de nuestro cepillo y cuáles son las consecuencias
Los filamentos que componen el cabezal son la parte más importante del cepillo, tal y como señalan los higienistas dentales en sus sesiones de higiene y educación para la salud en clínicas dentales de la Región de Murcia.
Las cerdas naturales, hoy en desuso, eran traumáticas ya que la tecnología no permitía hacer terminaciones romas y en realidad el conjunto de todos los filamentos del cepillo hacia constantes micro traumatismos en la encía y diente. Además no se secaban y ello facilitaba la acumulación de bacterias entre los filamentos.
Los filamentos que se confeccionan hoy son con terminaciones redondas, atraumáticas hacen que sólo podamos dañar encías y dientes si usamos malas técnicas de cepillado o realizamos una presión excesiva con un cepillo manual (los eléctricos suelen tener sensor de presión).
- Clases de cepillos
La tecnología ha permitido fabricar diferentes diámetros de los filamentos y según el diámetro usado en el conjunto de todos los filamentos del cabezal tendremos diferentes durezas.
Interviene otro factor que es la longitud del filamento, más largos implica mas suavidad y al revés. Por ello hoy tenemos cepillos con diferentes durezas:
- Blandos
- Medios
- Ultrasuaves (se emplean tras una cirugía)
- Pediátricos (con cabezal más pequeño)
- Recomendaciones
Cuanto más suave es el cepillo más se estropea y ello implica cambiarlo con más frecuencia. Los más recomendados son los de dureza media.
Los cepillos deben cambiarse cada 3 meses, o antes si vemos que los filamentos no están rectos, y esto depende de la dureza del cepillo y de la forma de cepillarse, por eso varía en cada persona la duración de un cepillo. Aquí tenemos dos ejemplos de cepillos desgastados:
- Técnicas de cepillado
Para realizar un cepillado correcto usaremos la técnica de Bass.
Ésta consiste en colocar el cepillo en un ángulo de 45º en la unión del diente y la encía, realizando un movimiento de barrido en la arcada superior hacia abajo y en la inferior hacia arriba. Éste mismo movimiento se realizará tanto por la cara externa del diente cómo por la interna.
Y por último se limpiará la lengua, siendo ésta el lugar donde más bacterias se acumulan en la cavidad oral.