En la Región de Murcia es frecuente encontrar cada vez más familiares de pacientes afectados por el Síndrome de Down que quieren mejorar la calidad de vida de éstos, incluyendo cuidado dental especializado, para lo que solicitan información de los cuidados y consideraciones que se deben tener en estos casos.
¿En qué consiste?
El Síndrome de Down es la causa más frecuente de discapacidad psíquica congénita en el ser humano. Ocurre por la alteración de un cromosoma, el 21, por lo que también recibe el nombre de Trisomía 21, el cual determina una serie de alteraciones físicas del individuo, a las que se debe prestar especial atención por parte de éste y de sus familiares.
Entre los rasgos físicos característicos que suelen presentar estos pacientes, encontramos alteraciones de la boca y dientes del paciente respecto del resto de pacientes. Por ello, el cuidado bucodental de estos pacientes debe comenzar a edades tan tempranas como el resto de los niños, es decir, desde que erupciona el primer diente.
Esto es además especialmente importante en los casos en los que el paciente ve reducidas sus habilidades psicomotrices y no pueden cepillarse adecuadamente, momento en el que se hace necesaria la ayuda de los padres para la higiene bucal diaria (será útil el uso de un cepillo eléctrico Oscilante-Rotacional), y la atención por parte de odontopediatras expertos en la materia para su higiene periódica en una clínica dental.
¿Qué efectos tiene sobre la salud bucodental?
Generalmente, los dientes de los niños con Síndrome de Down ‘salen’ o erupcionan más tarde de lo habitual, sobre todo los temporales o ‘de leche’, pudiendo terminar a los 5-6 años, cuando lo habitual es que a los 3 años estén todos ya en la boca.
De igual forma, los dientes temporales, e incluso los permanentes (los ‘de adulto’) pueden ser más pequeños de lo habitual (microdoncia) y la lengua puede ser más grande en proporción al resto de la boca (macroglosia). Además, es frecuente que algún diente permanente no esté presente en la boca del paciente (una agenesia dental), algo que se soluciona una vez finalizado el crecimiento del paciente, en su edad adulta.
Por otro lado, debido a la presencia de una lengua ‘débil’ (hipotónica) tiendan a sacarla fuera y a respirar por la boca, lo que favorece que se desarrollen enfermedades de las encías e infecciones del tracto respiratorio, por lo que, de nuevo, es importante su supervisión periódica, en función de las características del paciente y de las recomendaciones de su dentista.
Por todo ello, la enfermedad periodontal (enfermedad de las encías) está presente en la práctica totalidad de estos pacientes, por lo que la limpieza dental por parte de los profesionales en Odontopediatría debe comenzar a edades tempranas a fin de evitar inflamación excesiva de las encías, problemas de halitosis (mal aliento) o molestias al comer por el sangrado de las mucosas.
Además, las maloclusiones dentales son también muy frecuentes debido al reducido tamaño de los maxilares, por lo que es muy común la necesidad de tratamiento de ortodoncia y/o ortopedia dentofacial con aparatos mínimamente invasivos y lo más cómodos posibles para reducir la posibilidad de que sufran molestias debidos a ellos.
¿Qué consideraciones debe tener el dentista?
El comportamiento y la colaboración de estos pacientes es variable, por lo que es posible que para el tratamiento dental sea necesario recurrir a sedación ligera con óxido nitroso, un procedimiento inocuo y muy cómodo para el paciente, y, en casos de mayor complejidad, el tratamiento puede ser realizado bajo anestesia general.
Finalmente, debemos tener en cuenta que muchos pacientes con este Síndrome pueden tener enfermedades en el corazón que hará necesario darle una profilaxis antibiótica para prevenir la endocarditis bacteriana. Esta profilaxis consiste en la toma de un antibiótico una hora antes del tratamiento dental para evitar que las bacterias de la boca pasen al torrente sanguíneo y lleguen al corazón, consiguiendo así que el tratamiento sea 100% seguro para el paciente y evitando cualquier riesgo.
Recomendaciones para el cuidado dental en pacientes con Síndrome de Down:
– Comenzar la higiene dental desde que erupciona el primer diente. Realizar una consulta con su Odontopediatra en este momento, llevando al paciente a la clínica dental para recibir instrucciones sobre higiene y prevención.
– Acudir a revisiones cada 3 meses para que un profesional dental higienice la boca y prevenir así la gingivitis y la enfermedad periodontal.
– Determinar, junto con el cardiólogo del paciente, la necesidad de profilaxis de endocarditis bacteriana, para tenerlo en cuenta cada vez que se realice un tratamiento.