La anatomía de la cara y, en consecuencia, su aspecto, depende en gran medida de la oclusión (la ‘mordida’) de cada persona, por lo que es importante mantener la mejor situación posible en nuestros dientes para garantizar una estética adecuada y asegurar que no se producen daños a nuestro sistema masticatorio.
En muchas ocasiones, los profesionales expertos en Ortodoncia de la Región de Murcia encuentran que los pacientes presentan apiñamiento dentario que se resuelven con los clásicos ‘brackets’, con sistemas de ortodoncia lingual como Incógnito o Harmony, o con ortodoncia plástica, como Invisalign.
Sin embargo, en otras ocasiones, y tras un exhaustivo análisis cefalométrico, radiográfico y de las fotografías y los modelos del paciente, los ortodoncistas encuentran que existen ‘discrepancias’ óseas, de forma que el maxilar superior es más grande que la mandíbula, o viceversa, que ambos son demasiado pequeños para el rostro del paciente, o que son demasiado grandes.
Una de las situaciones más frecuentes es encontrar que el maxilar superior es más ‘estrecho’ que el inferior, lo que se suele manifestar con una ‘mordida cruzada’, de forma que los dientes superiores de uno o ambos lados muerden ‘por dentro’ de los inferiores, en lugar de ‘por fuera’, como es lo habitual.
En estos casos de mordida cruzada, un ortodoncista experimentado valorará la necesidad de expandir o disyuntar el maxilar, a fin de compensar su estrechez, aprovechando el crecimiento del paciente, de modo que se trata de un tratamiento enfocado a pacientes infantiles, aún en crecimiento.
Un disyuntor, que puede emplearse a bandas, con acrílico… de distintos tipos, en función de las características del paciente, es un elemento protésico diseñado a medida que permitirá ‘separar’ la sutura palatina y aumentar la anchura maxilar, resolviendo de esta forma el problema esquelético en poco tiempo.
Un hecho a tener en cuenta es que, una vez iniciada la disyunción, el espacio entre los incisivos centrales superiores, las ‘paletas’, suele ensancharse, por este aumento del espacio, algo que no debe alarmar a los padres del paciente, puesto que resultará una ventaja para que los dientes permanentes acaben de colocarse en la boca, siendo preferible tener espacio suficiente para todos ellos.
Una vez finalizada la disyunción y resuelta la mordida cruzada, dependiendo de las características del paciente, puede ser necesario colocar aparatología fija multibrackets, algo que quedará a criterio del ortodoncista que será quien, junto con los padres, valore las necesidades de oclusión y estética que tenga el paciente y las mejoras a conseguir en cada caso.
En cualquier caso, con la disyunción maxilar se habrá conseguido armonizar las bases óseas del paciente, evitando tener que recurrir a soluciones de cirugía maxilofacial en aquellos pacientes adultos en que no es posible realizar una disyunción, puesto que el crecimiento ya ha finalizado.