Usar el hilo dental en verano
Si te has cepillado hoy los dientes, creerás que ya has cumplido con tu rutina de higiene bucodental y que estás a salvo de caries y otras enfermedades, pero nada más lejos. El cepillado por sí mismo no es suficiente, y vamos a intentar explicar el por qué en este artículo.
Una pregunta que los pacientes nos realizan en la clínica a diario es: ¿qué es mejor, usar cepillo eléctrico o manual? Para entender la respuesta correcta es necesario entender primero el por qué del cepillado. Y es que no nos cepillamos los dientes sólo porque tenemos que limpiar los restos de alimentos que quedan en nuestra boca después de haber comido, no.
En realidad, lo que buscamos al cepillarnos los dientes es, gracias a la ayuda de la pasta dental, limpiar la placa bacteriana, formada por los millones de bacterias que habitan a diario en nuestra boca y sistema digestivo y que es completamente invisible. Si estas bacterias no se controlan, pueden provocar enfermedades en nuestra boca, como las conocidas caries, y también pueden agravar otras que te suenan ajenas a la salud bucodental, como el infarto de miocardio, la hipertensión o la diabetes.
Pero, insistimos, el cepillado por sí mismo es insuficiente, sin importar si se utiliza un cepillo eléctrico o uno manual. En realidad, es bastante sencillo de comprender: un cepillo solamente barre la superficie del diente, sin llegar a entrar en los espacios entre diente y diente. Y ahí es donde entran en juego los utensilios de limpieza interdental. Y es que hay que usar el hilo dental todos los días, porque las bacterias no toman vacaciones y siempre están presentes, trabajando las 24 horas del día.
Existen muchos tipos de hilo, con diferentes formas y sabores:
Hilo clásico: También llamado en ocasiones ‘seda dental’, está compuesto por un conjunto de finos filamentos de nailon o plástico y se comercializa con sabor a menta, con flúor incorporado…y un gran etcétera.
Cinta dental: Es algo más ancha que el hilo tradicional y tiene forma aplanada. Es habitual ver cintas dentales comercializadas ‘con cera’, lo que propicia que se deslicen mejor entre los dientes.
Arco dental: En realidad se trata de hilo dental, pero ya montado sobre una estructura fácil de manejar y sujetar, sin que el usuario tenga que enrollarlo entre los dedos para su comodidad. Normalmente esta estructura está compuesta de plástico, aunque existen alternativas ecológicas y 100% biodegradables.
¿Cuándo usar el hilo dental?
Es aconsejable usar el hilo dental justo antes del cepillado, y hacerlo al menos una vez al día. Un error muy común entre los usuarios es usar el hilo dental justo después del cepillado, aunque lo ideal es usarlo antes, deslizándolo en el espacio entre diente y diente, en todas las piezas dentales de nuestra boca. Una vez que compruebes la cantidad de restos que atrapa, ya no podrás dejar de usarlo.
Lo ideal sería usar el hilo dental con cada higiene bucodental, y lo ideal sería realizar una tras cada comida, pero lo cierto es que el frenético ritmo de vida moderno no siempre nos lo permite. Por ello, alcanzar el equilibrio correcto pasa por elegir nuestro mejor momento del día para prestarle un poquito más de dedicación a nuestra salud bucodental, normalmente por la noche.
Autor: Maica Davó