Durante años, la cultura popular ha considerado los tratamientos de ortodoncia como un sinónimo de poco éxito social. Incluso hoy en día es común encontrarnos con personajes en series de televisión e incluso en el cine que responden al falso cliché ortodoncia = impopularidad. Para combatir este lugar común que tan poco ayuda a mejorar la salud y estética de nuestra boca, desde el blog de la clínica Vélez y Lozano queremos hacer un repaso por los tratamientos odontológicos más nobles y populares, los de nuestra realeza.
La clásica ortodoncia: el rey Felipe VI
Nuestro actual rey nació, como nacen los príncipes, con miles de ojos puestos en él. Pero incluso con sangre azul, nuestro actual monarca necesitó una pequeña ayuda durante su infancia para lucir una dentadura perfecta.
Mucho ha llovido desde entonces, pero si bien los clásicos brackets de los años setenta no afean la bonita sonrisa del entonces príncipe, sí que distan mucho de parecerse a los modernos sistemas que tanto su futura esposa, la Princesa Letizia, como incluso su propio padre, el emérito rey Juan Carlos, elegirían más tarde –como veremos- para sí mismos.
Los brackets de zafiro de la princesa Letizia
En 2010 la imagen de la Princesa Letizia luciendo unos curiosos brackets causó un verdadero furor en el sector, logrando que la demanda de este tratamiento se disparara. Y es que la princesa conoce muy bien la importancia de su imagen. Aunque Zarzuela se apresuró en desmentirlo, lo cierto es que las imágenes no engañan. Parece que Letizia se decidió – al menos por un tiempo- por una ortodoncia poco visible, como son los brackets de zafiro. Este tipo de sistema está para muchos tan cerca de la joyería como del tratamiento odontológico clásico. Y es que los brackets de zafiro se han convertido en los ‘grills’ –esos adornos dorados de moda en Estados Unidos- de la alta sociedad. La apuesta es más que interesante, ya que en lugar de esconder el tratamiento, éste se convierte en parte de nuestra belleza como un accesorio más.
El Invisalign del emérito rey Don Juan Carlos
El Invisalign de Don Juan Carlos ha hecho correr ríos de tinta. Y es que muchos aún se preguntan si lo que lucía el emérito rey aquella tarde en los toros se trataba de una funda del prestigioso tratamiento norteamericano de ortodoncia invisible Invisalign, o simplemente de una férula de descarga contra el bruxismo –una compulsión que induce a rechinar los dientes-. Pero lo cierto es que si el rey se ha decidido por Invisalign la apuesta es más que acertada, ya que este tratamiento, a la vanguardia mundial, proporciona discreción constante sin renunciar a la efectividad del resultado final.