LESIONES MUSCULARES ASOCIADAS A LA FALTA DE SALUD ORAL

¿Por qué los deportistas pueden tener más problemas dentales?

Los deportistas pertenecen a un grupo muy susceptible de sufrir patologías orales. La articulación temporomandibular (ATM) se puede alterar por el estrés, en consecuencia, incrementa el desgaste y las fisuras de piezas dentales, así como dolores musculares propiciados por el tipo de alimentación, que ayudan a la formación de la placa.

La microbiota de nuestra boca mantiene un delicado equilibro entre las bacterias beneficiosas y las que provocan enfermedades, siendo la higiene un factor fundamental en ese equilibrio. Si por falta de higiene se produce una infección de diente o encías, esas bacterias pueden entrar al torrente sanguíneo y de ahí al resto del organismo, incluidos los músculos. Si ese es el caso pueden manifestar fatiga muscular, cansancio y contracturas. También afecta considerablemente en la recuperación de lesiones y hace que sean más lenta de lo habitual.

Los principales factores que favorecen la aparición de problemas dentales en deportistas de élite son:

Factores nutricionales. Los deportistas consumen de forma frecuente bebidas isotónicas que contienen gran cantidad de hidratos de carbono, agua y minerales. Cuando el consumo de este tipo de bebidas es por encima de lo normal, y la higiene no lo contrarresta, se pueden ocasionar problemas dentales. Además, la alta ingesta de hidratos de carbono en la dieta aumenta el riesgo de padecer caries dental.

Xerostomía.Es importante saber cómo afecta la respiración durante la práctica deportiva, pues la cantidad de aire que tomamos al hacer deporte provoca sequedad y una menor protección de la saliva. Esta sequedad se debe a la deshidratación que sufrimos durante el ejercicio físico y al hecho de respirar por la boca. Tengamos en cuenta que el estrés al que están sometidos los deportistas de élite también aumenta la sequedad bucal agravando estos factores.

Erosión dental. Es una dolencia que afecta especialmente a nadadores que pasan más de 6h a la semana en la piscina. Esto es debido a la exposición prolongada al cloro de las piscinas que deteriora el esmalte. Un defecto de erosión puede derivar en una mala mordida, y con ello, aumentar el defecto de equilibrio.

Traumatismos dentales. La práctica de deportes de contacto aumenta el riesgo de padecer fracturas dentales. Hay deportes en los que el uso de un protector bucal es obligatorio, como el boxeo, pero otros en los que no, como el futbol o el baloncesto.

Barodontalgia. Es el dolor de dientes provocado por los cambios de presión o de altitud y puede ser un problema en aquellos deportistas que practican submarinismo o deportes de montaña. Este problema puede darse por la presencia de pequeñas filtraciones en dientes restaurados con empastes o coronas que hace que se acumule aire en esa parte y sufrir las consecuencias de los cambios de presión. Este fenómeno se puede dar también por caries o burbujas en el interior de un empaste.

Bruxismo. La mayoría de los deportistas de élite están sometidos a una fuerte carga de estrés y este causa bruxismo. Es una parafunción (mal hábito) durante el cual se aprietan o rechinan los dientes y se puede hacer por el día, pero sobre todo lo realizamos inconscientemente mientras dormimos. Conlleva consecuencias negativas para la salud oral del deportista ya que se produce desgaste dental, dientes muy sensibles, fisuras y fracturas dentales e incluso la perdida de dientes. Además, el bruxismo genera una sobrecarga funcional favoreciendo la aparición de contracturas musculares que generan dolor en cabeza, cuello y espalda.

En Vélez y Lozano incidimos en que lo más recomendable es cepillarse los dientes y utilizar hilo dental después de cada comida, además de hacerse al menos una revisión bucal anual.