Aunque si pensamos en la odontología de hace décadas, en los 70 y los 80, lo primero que se nos viene a la cabeza es aquella imagen que teníamos del dentista gracias al cine y la televisión, como un ser terrorífico con unas tenazas muy grandes que básicamente se dedicaba a extraer dientes, lo cierto es que hoy en día es la odontología restauradora la que ‘encabeza’ las distintas ramas de la odontología, gracias a que los avances actuales permiten salvar dientes que antes se consideraban perdidos.
Y es que la amplia mayoría de clínicas dentales (por no decir que todas) apostamos por los tratamientos conservadores que intentan salvar el diente, incluso cuando las posibilidades no son ampliamente favorables. Y es que es preferible intentar endodonciar un diente, y si no es posible salvarlo, acabar extrayéndolo, en lugar de recurrir a la solución más radical desde el principio.
Aun así, en ocasiones no hay más remedio que recurrir a la exodoncia, por lo que vamos a hablar de
Motivos por los que sacar un diente
Podríamos agrupar estos casos en los siguientes grupos:
Dientes no restaurables
- Caries no accesibles. Cuando una caries está en un lugar al que no podemos acceder de ninguna manera, por la razón que sea, no hay más remedio que recurrir a la exodoncia, para prevenir que la infección se propague a otras zonas de la boca.
- Pérdida extrema de estructura dentaria. En ocasiones, tras un traumatismo grave o por enfermedades o infecciones, el diente ha quedado tan destruido que no tiene sentido mantenerlo, porque es imposible restaurarlo con composite.
- Dientes endodonciados sin posibilidad a retratamiento. Como ya hemos mencionado, cuando existe alguna mínima posibilidad de salvar un diente, lo más normal es aconsejar al paciente a intentarlo. Sin embargo, necesariamente con la estadística en la mano, no siempre se consigue y se tiene que recurrir a la extracción pese a que se haya practicado una endodoncia.
- Dientes fisurados. Aunque dependiendo del tipo de fisura que se produzca en un diente, se puede sellar si es muy superficial o intentar endodonciar si ya es más grave, en ocasiones no hay nada que hacer. Si las grietas de la fisura llegan hasta la encía, la única opción posible es extraer el diente.
Causas periodontales
- Pérdida avanzada de inserción ósea. Cuando un paciente llega a un estado avanzado en la enfermedad periodontal, las bacterias se han comido tanto hueso alrededor del diente que la encía baja y la pieza se queda progresivamente sin soporte. El diente comienza a moverse y estos pacientes acuden a la clínica, pero en ocasiones ya es tarde, la pérdida del diente es irreversible. Por tanto, no queda más remedio que extraerlo.
Necesidad clínica
Cada uno de los motivos que se pueden diferenciar en este apartado, daría en sí mismo para un nuevo artículo de blog, por lo que por el momento me limitaré a mencionarlos. Serían motivos ortodóncicos; quirúrgicos y rehabilitadores.
Conclusión
Aunque a priori la extracción dental es algo que asusta mucho, una exodoncia actual no es equiparable a una exodoncia de las que se hacían antaño. Los métodos actuales permiten hacer exodoncias lo menos traumáticas posibles tanto para la encía como para el hueso. Además, existen métodos de regeneración ósea que permiten resolver defectos óseos tras la extracción que antes no se podían evitar.
En cualquier caso lo mejor es ponernos en manos de profesionales y no pensar en estas soluciones hasta que llega el momento.