Puede que la siguiente escena te suene…estás en tu lavabo, cepillándote los dientes, y al escupir observas que has sangrado. Si te ha pasado o aún te pasa, continúa leyendo.
Primeramente aclarar que cuando una encía sangra se debe a que está inflamada, lo que es síntoma de algún cambio en nuestro cuerpo, algún problema asociado a algún hábito o, directamente, a una enfermedad, por lo que es importante acudir a consulta para averiguar qué ha causado que nuestra encía se inflame, solo así podremos tratar de forma efectiva la causa, lo que provocará que también se detenga el sangrado.
Algunos motivos por los que pueden sangrar nuestras encías:
Por descuidar la higiene durante algunos días: Quizá durante un viaje, un catarro, si hemos estado hospitalizados o hemos tenido algún pariente cercano en hospitalización y hemos pasado mucho tiempo con él…o simplemente porque hemos acumulado algunos cuantos días libres o de fiesta y nos hemos ‘relajado’. Si pasamos de cuidar nuestra higiene dental a diario como debemos a ‘dejarla un poco de lado’, es probable que al volver a cepillarnos adecuadamente, alguna zona nos sangre. En ese caso, el mejor consejo que puedo darte es que te cepilles a conciencia precisamente ahí. No cometas el clásico error de dejar de cepillar para ‘ver si cura’, puesto que va a ser peor. Si después de dos o tres días continúas sangrando, entonces sí, necesitarás que te veamos en consulta.
Por efecto secundario de alguna medicación: Algunos medicamentos pueden causar inflamación de las encías y acidificación del PH de la saliva entre sus efectos secundarios, o quizá sequedad bucal, lo que va a dar lugar a una mayor facilidad para formar sarro o caries y provocar sangrados localizados.
Cambios hormonales: Los cambios hormonales como los que provocan el embarazo, la adolescencia o la menopausia, entre otras, son muy acusados en las encías, dando lugar a inflamación y formación de cálculo supra y sub gingival.
Al dejar el tabaco: El tabaco es tremendamente perjudicial para la salud bucodental, algo que sin duda sabes tanto si eres fumador como si no, porque actualmente (y por ley) hasta las propias cajetillas de cigarrillos llevan anuncios advirtiéndolo. Esto se debe a que, entre otros motivos, desciende la irrigación y la oxigenación de la encía, de tal forma que por lo general un fumador siempre tendrá las encías en mal estado. Aún así, al dejar el tabaco, es posible que se de el caso de que las encías del paciente comiencen a sangrar. Sin embargo, esto es una buena señal, ya que se debe a que se han inflamado debido a que están recuperando la oxigenación. Normalmente las encías de un fumador no sangran, pese a su mal estado de salud, debido a la mala irrigación que provoca el tabaquismo.
Al ser portador de ortodoncia, puentes o implantes: Cualquier elemento artificial que llevemos en la boca es más susceptible de ser invadido por bacterias y, por tanto, inflamar la encía y provocar sangrados con mayor facilidad.
Estos son alguno de los motivos, pero es posible que aún te preguntes, vale, pero…
¿Por qué sucede el sangrado?
Por la presencia de placa o cálculos dentales, esto es lo que ha ocurrido realmente en la mayoría de los casos anteriores que hemos descrito. También suele sucederle a la mayoría de personas cuando ya ha pasado un tiempo desde su última higiene dental, por muy buena que sea su rutina de higiene en casa, y es por eso que las solemos programar cada cierto tiempo, dependiendo de las necesidades del paciente, para prevenir este tipo de casos.
Y es que entre los dientes y la encía se va acumulando placa dental, lo que junto a las bacterias provoca cálculos dentales, que irritarán la encía y provocarán la inflamación. Así, esta aumentará de tamaño, perderá su forma y color saludable y ocurrirá el sangrado, lo que en ocasiones generará molestias y en otras no.
Si esta condición produce pérdida del hueso que sujeta los dientes, hablamos de gingivitis, una enfermedad reversible. Sin embargo, al no tratarse a tiempo, seguirá avanzando dando lugar a la destrucción de hueso, denominada enfermedad periodontal.
Tratamiento para las encías que sangran
Para tratar la que ya hemos establecido como causa más probable del sangrado de encía, el cúmulo de cálculo o placa, lo mejor es realizar una higiene bucodental en el gabinete, adaptada a tus necesidades y a tu salud periodontal. Además, en estas sesiones siempre se ofrecen consejos para el mantenimiento de esta higiene en casa. Si la causa que provocaba tu sangrado de encías era esta, desaparecerá la inflamación.
Consejo final
Recuerda, el sangrado no es más que la punta del iceberg. Aunque algunas pastas anuncien en sus comerciales que son capaces de eliminarlo, en realidad esto no sucederá, porque lo que hay que eliminar es la causa que lo provoca. Esto no quita que muchas de estas pastas no sean buenas aliadas en la lucha contra la gingivitis. En consulta podemos orientarte sobre cual es la mejor que puedes usar después de tu tratamiento.
Aunque a primera vista el sangrado nos resulte desagradable e intentemos hasta negarlo o esperar a que pase por sí solo, debemos tomárnoslo como una señal de alarma que nos da nuestro cuerpo para indicarnos que algo no está como debería y de que debemos acudir a profesionales para solucionarlo.
Si sufres este problema, o quieres más información al respecto, puedes contactar con nosotros a través de nuestros canales habituales, solicitar una cita online o llamar al 968 28 46 28 y concertar una cita de valoración o higiene.
Autora: Marina Millán (Higienista Dental)