La clasificación tradicional de las maloclusiones en sentido anteroposterior considera, en líneas básicas, tres tipos de relación entre el maxilar y la mandíbula:
– Si están en una posición adecuada, hablamos de clase I
– Si el maxilar está adelantado, hablamos de clase II
– Si la mandíbula está adelantada, hablamos de clase III
En la Región de Murcia y España, la maloclusión más frecuente es la clase II, producida por un adelantamiento del maxilar o un retraso a nivel mandibular, algo que hace que el tratamiento sea más sofisticado, puesto que no sólo se trata de alinear los dientes, sino también de conseguir un buen ‘engranaje’ entre los de arriba y los de abajo.
Hasta hace unos años, el abordaje de estas maloclusiones se hacía exclusivamente con brackets, bien metálicos o estéticos (de cerámica, zafiro, composite…), algo que ha cambiado recientemente porque las técnicas de ortodoncia estética, como la ortodoncia lingual, o la ortodoncia transparente, han evolucionado enormemente.
Entonces, ¿puedo tratarme una clase II dental con Invisalign?
La respuesta es que Invisalign ha revolucionado la ortodoncia plástica en los últimos años y, a día de hoy, permite tratar numerosos casos de clases II (no todos, por eso es importante contar con un análisis realizado por parte de un ortodoncista experto), ofreciendo a los pacientes con esta maloclusión una solución estética de máximo nivel que además les aportará unos resultados óptimo a nivel de masticación, como si se hubiera tratado con brackets.
¿Cómo funciona Invisalign con mi clase 2 dental?
Dependiendo de la planificación que realice el ortodoncista, el movimiento dental podrá ser:
– En base a distalización de la arcada superior (es decir, los dientes de arriba se van ‘hacia atrás’), bien de forma individual o en grupos
– Simulando en el software clincheck los efectos de los tradicionales ‘elásticos’ que se usan con brackets, y que también se emplean con Invisalign
De este modo, conseguimos resultados impensables hace unos años, gracias a una técnica que permite:
– Realizar movimientos selectivos, sólo de aquellas piezas que nos interesa mover
– Utilizar ‘gomas’ intermaxilares para mejorar la relación entre maxilar y mandíbula
– Planificar el tratamiento de forma virtual para optimizar los resultados obtenidos
De modo que, si aún lo está pensando, le animamos a que consulte ya con un ortodoncista experimentado en la técnica Invisalign para que valore su caso y le plantee las posibilidades de mejorar su oclusión y su estética, una decisión que, con seguridad, hará que usted mejore su calidad de vida oral en muy poco tiempo.