La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la caries como “un proceso patológico localizado, de origen externo, que se inicia después de la erupción dentaria, determinando un reblandecimiento del tejido duro del diente y evoluciona hacia la formación de una cavidad”.
Es decir, una enfermedad producida en dientes presentes en la boca caracterizada por un ‘agujero’ en el diente, la cual se calcula que afecta al 95% de los adultos de los países occidentales.
Etimología
La palabra caries proviene del latín y significa ‘degradación o podredumbre’, lo que refleja su actividad de destrucción progresiva del diente afectado, reblandeciéndolo y, si no se pone remedio, incluso afectando al nervio del mismo.
Origen
La caries es una enfermedad de origen multifactorial, provocada por:
– La desmineralización que provocan los ácidos que generan las bacterias del medio oral
– Falta de higiene por mal cepillado o ausencia de éste
– Reducido uso del hilo dental
– Consumo elevado de azúcares y ácidos contenidos en alimentos y bebidas.
– Factores genéticos que determinan, entre otros, el pH de nuestra saliva.
¿Dónde se produce?
Para entender bien lo que es la caries y su progresión, hay que conocer de forma general la anatomía dental.
El diente tiene tres capas bien diferenciadas siendo la más externa el esmalte, seguido de la dentina y de la pulpa, que es lo que vulgarmente se conoce como ‘nervio’.
Esmalte: es un tejido muy duro por su alto contenido mineral, de hecho es el tejido más mineralizado de nuestro organismo, proporcionando al diente una superficie dura que permite la masticación además de la protección de los tejidos subyacentes. Es de color blanco azulado y es semitranslúcido. No tiene ni vascularización sanguínea ni terminaciones nerviosas.
Dentina: es un tejido mineralizado (aunque menos que el esmalte) que constituye la mayor parte del volumen del diente, proporcionando la forma y rigidez necesarias para que su función durante la masticación sea eficaz. Tiene un color amarillo pálido y, dado que el esmalte es semitranslúcido , la dentina es la responsable del color del diente.
En ella se encuentran los túbulos dentinarios, siendo estos los responsables de la sensibilidad dental.
Pulpa: es el componente no mineralizado del diente. Se encuentra en su parte central, en una zona que se conoce como cámara pulpar. Es donde se encuentran los vasos sanguíneos y nervios que hacen vital al diente.
¿Cómo progresa?
- La caries se inicia por desmineralización producida por los ácidos generados por las bacterias en el esmalte y cada vez se va haciendo más profunda.
Esta fase es asintomática, es decir, no produce molestias y pasa totalmente desapercibida para el paciente, ya que como se ha dicho el esmalte no tiene terminaciones nerviosas.
- Cuando llega a la dentina, como es muy extensa, si la caries está en superficie puede pasar también desapercibida, pero, según va progresando va apareciendo sensibilidad al frío y a cosas dulces aunque eso también depende del umbral del dolor del paciente. Esta sensibilidad, cuanto más profunda sea la caries a nivel de dentina, durará más tiempo y será más intensa.
En este momento aparece una cavidad en el diente. Hasta esta fase el problema se soluciona con una obturación.
- Cuando la caries llega a pulpa, aparece un dolor espontáneo, intenso y continuo que se intensifica por la noche o cuando uno está tumbado. Esto es así porque se produce inflamación de la pulpa y al aumentar su tamaño, presiona el complejo nervioso del diente, siendo un proceso agudo conocido como pulpitis.
Además, aparece una sensibilidad aumentada al calor. El tratamiento suele ser la endodoncia o tratamiento de conductos más la reconstrucción de la pieza.
- Si no se hace el tratamiento en esta fase, la caries continúa con su destrucción y se produce una necrosis pulpar, es decir, una muerte de la pulpa por irritación bacteriana. En este estado, no hay ni sensibilidad al frío ni al calor.
Por todo esto, una de las razones de peso para ir a revisiones periódicas con su odontólogo es el diagnóstico precoz de caries, evitando así futuros problemas en sus dientes, de forma que si se reconoce a tiempo puede solucionarse de forma sencilla y rápida.