La periodoncia es el área de la Odontología que se encarga de mantener en condiciones óptimas los tejidos duros (hueso fundamentalmente) y blandos (las encías) que ‘sujetan’ los dientes, prestando especial atención a la higiene ‘debajo’ de las encías, y a su correcto mantenimiento tanto en clínica como fuera de ella.
Una de las aplicaciones frecuentes de esta disciplina es el remodelado de los tejidos blandos, las encías, que puede desarrollarse, entre otras formas, mediante procedimientos sencillos como es una gingivectomía, la cual nos permite, entre otras cosas:
– Realizar tratamientos de odontología conservadora por debajo del límite de la encía de forma segura y aislada de toda humedad
– Modelar la encía para conseguir que el aspecto de nuestra sonrisa sea lo más estético posible, tanto a nivel ‘blanco’ (de los dientes) como ‘rosa’ (de la encía)
En esta entrada de nuestro blog abordaremos cómo puede ayudarnos una gingivectomía a mejorar la estética dental de una paciente joven que deseaba disfrutar de una sonrisa armónica y equilibrada, y que veía cómo uno de sus incisivos centrales superiores (lo que comúnmente se conoce como ‘paleta’ o ‘paleto’) era más grande que otro.
Tras examinarla, el periodoncista experimentado en técnicas de remodelado de tejidos blandos determina que la diferencia de tamaño no es de los dientes, sino de la posición de la encía, que en uno de los casos cubre más diente que en el otro.
De este modo, se plantea a la paciente un tratamiento de remodelado de encía, el cual se realiza con anestesia local, de forma sencilla e indolora para la paciente.
Una vez se ha ‘dormido’ la zona, el periodoncista selecciona un electrobisturí para realizar el tratamiento de forma que no se produzca sangrado, retirando la encía como si ‘dibujásemos’ un nuevo contorno de la misma, en escasos minutos de intervención.
Al finalizar el tratamiento, la paciente puede realizar su vida normal, ya que el único efecto sobre la encía es la significación de algunos restos de epitelio, que no interfieren con su habla ni con su alimentación.
Así, una semana después, el aspecto de la encía es completamente normal y la paciente puede disfrutar, por fin, de una sonrisa tal y como deseaba: simétrica y armónica, gracias a un tratamiento sencillo desarrollado por un periodoncista reconocido habituado a este tipo de intervenciones clínicas de remodelado de tejidos blandos.