La rehabilitación oral, pese a que suena a algo que más bien haría un traumatólogo o fisioterapeuta, es en realidad un tratamiento odontológico o, bueno, para ser totalmente fiel a la realidad, un conjunto de ellos al que hemos denominado así.
¿Cuándo es necesaria una rehabilitación oral?
Una rehabilitación oral se plantea a pacientes cuya función masticatoria se ha visto deteriorada, o directamente se ha perdido. Esto significa que o bien no tiene dientes para masticar o bien están tan desgastados o torcidos que la mandíbula se ha visto muy forzada para poder triturar esos alimentos.
Esto puede llegar a ocurrir debido a varias causas, siendo las más habituales:
- La pérdida de todas o casi todas las piezas dentales por caries o enfermedad periodontal
- Pérdida de unas pocas piezas dentales, que ha provocado que el resto se haya movido, inclinado o desgastado, y esto genera trabajas e interferencias en la masticación
- Desgaste de las piezas por problemas de erosión o bruxismo
¿Qué tratamientos engloba una rehabilitación oral?
Una rehabilitación oral no se circunscribe a unos tratamientos concretos y específicos que siempre sean similares, porque depende de las necesidades del paciente, como ya hemos visto. Algunas pueden -o podrían- ser relativamente sencillas, por ejemplo, a un paciente que ha perdido todos sus dientes se le pueden realizar dos prótesis completas en pocas sesiones. Sin embargo este tratamiento resulta muy incómodo para la mayoría de los pacientes y a la hora de la verdad les ofrecemos soluciones más adecuadas.
Es por eso que la gran mayoría de rehabilitaciones son tratamientos multidisciplinares que implican la intervención de varios especialistas.
La ortodoncia juega en ellas un papel muy importante cuando el paciente aún conserva alguno de sus dientes. Y es que, cuando se pierden dientes y no los reponemos, los dientes vecinos y los de la arcada contraria se mueven para ocupar dicho hueco. Por eso a veces es necesario moverlos para llevarlos a una situación óptima antes de pasar a las siguientes fases.
Una vez que todos los dientes están en su sitio, suele ser necesaria una cirugía de implantes para reponer los dientes perdidos. No siempre hacen falta tantos implantes como dientes perdidos, como puedes leer aquí. Por ejemplo 2 implantes son lo suficientemente fuertes para reponer tres dientes perdidos en un lado de la boca o con solo 6 implantes colocados de forma estratégica se puede reponer toda una arcada, como en este antes y después que hemos publicado esta semana:
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De la siguiente fase se ocupa el odontólogo restaurador o prostodoncista. Es la fase más vistosa del tratamiento porque es la que cambia la estética de nuestra boca y sonrisa. Esto se consigue mediante fundas o coronas que se pueden poner en dientes o implantes o mediante el uso de carillas. Por ejemplo, hace poco realicé este caso tan chulo que subimos a redes:
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En otros casos, hacemos una prótesis híbrida. Esto consiste en un juego completo de dientes de una sola pieza, que va atornillado sobre unos implantes. Al ser fija, es una opción mucho más favorable para el paciente que una dentadura de las de toda la vida.
Por tanto, como siempre trato de decirles a los pacientes, siempre (o casi siempre, claro) hay una solución para su caso.