Es una pregunta muy habitual en un gabinete de ortodoncia, tanto de personas que van a empezar un tratamiento y han escuchado hablar de retenedores como de pacientes que ya lo están terminando y a los que les asalta la duda: ¿y si mis dientes se vuelven a mover? A todos ellos les explicamos lo mismo: tus dientes van a volver a moverse. Si no hacemos nada por evitarlo, claro. De ahí la importancia de lo que hoy vamos a explicar en el blog: la fase de retención.
Lo primero que conviene aclarar, debido a que hay muchos grises y dudas al respecto, motivadas quizá por los procedimientos ortodóncicos de hace años, es que la fase de retención es imprescindible y que todos los pacientes usarán retenedores tras una ortodoncia. No tiene nada que ver con casos en concreto ni morfología específica de cada paciente, si no con el riesgo de recidiva que puede sufrir cualquier persona.
La recidiva, es decir, que los dientes vuelvan a moverse de su posición final tras el tratamiento buscando volver a la posición inicial, se produce por una respuesta histológica y morfológica de los tejidos de soporte de los dientes, que tiende a regresarlos a su posición inicial. Como si el diente tuviera ‘memoria’ e intentase volver a ‘su sitio’.
En realidad, se debe a que:
- La encía y el periodonto necesitan tiempo para su reorganización y estabilización
- La musculatura perioral y las estructuras adyacentes ejercen presiones
- El desarrollo de pacientes en edad de crecimiento supone cambios dimensionales de su boca
Y es por eso que, en aras de garantizar la estabilidad del tratamiento y que no ocurra ningún movimiento indeseado, necesitamos de aparatos de retención que inmovilicen los dientes una vez terminada la ortodoncia: los llamados retenedores.
Veamos qué clase de retenedores se colocan tras un tratamiento de ortodoncia.
Tipos de retenedores
Retenedor fijo
También conocido como retenedor lingual, se trata de un alambre de acero inoxidable compuesto por una aleación de metales y que ‘fija’ a los dientes entre sí, impidiendo movimientos indeseados de los mismos. Se coloca en las caras linguales o internas de los dientes y de canino a canino. La pregunta más habitual que suelen hacerse los pacientes es: ¿lo notaré? Aunque pueda parecer lo contrario, debido a que se adapta completamente al diente, no produce ninguna molestia para el paciente. Si bien durante los primeros días es inevitable que lo toquemos con la lengua a menudo, con el paso del tiempo ni tan siquiera nos acordaremos de que lo tenemos.
Siempre que se puede se cementan tanto en la arcada superior como en la inferior, aunque en algunas ocasiones no es posible debido a la oclusión del paciente, que hace imposible colocarlo arriba por motivos de espacio. Por eso es por lo que es más habitual verlo en la arcada inferior.
Retenedores removibles
La retención removible, también conocida como essix, es una férula dental (como una especie de molde de los dientes) que se realiza tras tomar la medida de la boca del paciente al terminar el tratamiento de ortodoncia y cuyo objetivo es mantener la posición dental, por lo que presentan cierta rigidez.
Fabricada en un plástico biocompatible, debemos utilizarlos para dormir todas las noches. Su uso es especialmente recomendable porque además nos sirve como férula de descarga para prevenir el desgaste dental por bruxismo, algo cada vez más habitual entre la población general.
Cuidar tus retenedores
Una vez ya terminado el tratamiento de ortodoncia y con tus retenedores, fijos y removibles, colocados, la siguiente fase es, quizás, la más importante: el mantenimiento. Es importante cuidarlos y mantenerlos en buen estado, para lo que os damos una serie de consejos, por ejemplo:
Sobre la retención fija, debemos saber que impide el paso de la seda dental habitual, por lo que para mantener una higiene adecuada debemos utilizar cepillos interproximales, seda dental tipo SuperFloss para limpiar por debajo de los retenedores o un irrigador dental. Si quieres saber más sobre estos tipos de hilo dental y cómo usarlos adecuadamente, puedes leer aquí.
Con respecto a los retenedores removibles, los consejos son bastante parecidos a los de la ortodoncia invisible, así que aquellos que la hayan llevado sabrán cuidarlos. Para los usuarios de la fija, basta saber que deben cepillarse con un cepillo de dientes diferente al que usamos en nuestra boca y que debe ser siempre con agua y jabón, ya que la pasta de dientes los teñirá de color. Además, es recomendable usar pastillas efervescentes específicas para este tipo de ortodoncia, ya que, al contrario que los alineadores, no los vamos a cambiar, si no que los mantendremos mucho tiempo. En la clínica podemos aconsejarte sobre algunas.