En los últimos tiempos, ha surgido una tendencia creciente hacia el uso de toallitas dentales como una alternativa práctica al cepillado tradicional de dientes para momentos puntuales en los que estamos fuera de casa. Como expertos en salud bucodental, debemos lanzar una advertencia, ya que su poca eficacia a la hora de cuidar nuestra salud oral es precisamente su gran peligro: si los pacientes comienzan a confiar en ellas como método de sustitución del cepillado dental, podría ocasionar problemas.
Pero comencemos por el principio:
¿Qué son las toallitas dentales?
Las toallitas dentales son productos diseñados para limpiar los dientes y encías de manera rápida y sin necesidad de agua o pasta dental. A primera vista, pueden parecer una solución conveniente, especialmente para personas que suelen comer fuera de casa. Sin embargo, es crucial entender las limitaciones significativas de estos productos.
Limitaciones de las toallitas dentales
- Eficacia superficial: Las toallitas dentales solo pueden eliminar la placa y los residuos superficiales de los dientes. No tienen la capacidad de limpiar en profundidad ni de alcanzar las áreas interdentales, donde se acumulan restos de alimentos y placa bacteriana que son los principales causantes de caries y enfermedades periodontales.
- Falta de flúor: La mayoría de las toallitas dentales no contienen flúor, un mineral esencial en la prevención de caries. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental y a remineralizar las áreas que comienzan a desmineralizarse. Sin este componente, los dientes están más vulnerables a la formación de caries.
- No sustituyen el hilo dental: Una parte crucial de la higiene oral es la limpieza entre los dientes, que se logra mejor con el uso de hilo dental. Las toallitas dentales no pueden alcanzar estas áreas, dejando espacio para la acumulación de placa y el desarrollo de problemas periodontales.
El cepillo dental, aliado insustituible
El cepillado tradicional con un cepillo de dientes y pasta dental con flúor es insustituible por varias razones:
- Limpieza completa: El cepillado, combinado con el uso de hilo dental, asegura la eliminación efectiva de la placa de todas las superficies dentales, incluyendo las áreas interdentales y la línea de las encías.
- Remineralización del esmalte: La pasta dental con flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental, algo que las toallitas no pueden ofrecer porque carecen de él.
Nuestra recomendación, por tanto, pasa por tener varios cepillos dentales: uno de viaje, otro que llevar encima si siempre comemos fuera (o en el coche, o que guardar en la oficina), el de casa…cepillarse los dientes es una tarea que no nos roba ni cinco minutos de nuestro tiempo pero que es muy importante, y si la damos de lado podemos sufrir consecuencias bastante graves en nuestra salud.
Por eso, concienciarse de que no existen sustitutos al cepillado: ni toallitas, ni chicles, ni colutorios ni ninguna otra de las opciones que nos ofrecen cada pocos años.