Carillas inyectadas, qué son y cómo funcionan

El área de estética dental ofrece diferentes soluciones a los pacientes en función de sus necesidades, pero también de sus deseos, ya sea en base a su presupuesto pero también a otros factores a considerar, como comodidad, fiabilidad o durabilidad. En este sentido, ya hemos hablado en este blog, en diferentes ocasiones de las diferencias que pueden encontrarse entre las carillas de composite y las de porcelana. 

Sin embargo, nunca hemos mencionado una técnica que en Vélez y Lozano practicamos y que ha llamado la atención de nuestros seguidores en Instagram: las carillas inyectadas. 

Antes de hablar de la técnica en sí, y por si has llegado aquí sin las ideas muy claras, hablemos un poco sobre el composite.

¿LAS CARILLAS PUEDEN SER DE COMPOSITE?

Sí. Aunque la mayoría de personas asocian un tratamiento de carillas con porcelana y cerámica, en realidad también se pueden realizar en composite, la resina con la que se realizan los empastes, entre otros tratamientos. 

Al ser un material totalmente moldeable y que ofrece mucha versatilidad, podemos transformar el diente para darle la forma deseada, además sin ningún tipo de tallado y en una sola cita. 

Por contra, se desgastan y manchan con mayor facilidad que la porcelana. 

¿Y QUÉ ES EL INYECTADO?

Las carillas de composite inyectadas reciben este nombre porque se colocan sobre el diente gracias a una guía o molde fabricados expresa y personalmente para cada paciente y sus necesidades concretas. Esta férula tiene unos orificios en la parte inferior por los que se inyecta el composite. Por ello, por esta forma de aplicarlo sobre el diente, se denomina así. 


La férula se fabrica gracias a la tecnología de escaneado 3D y a una impresora también en 3 dimensiones. Cada una es personal e intransferible, y solo sirve para un caso en concreto. 

¿TIENE VENTAJAS ESTA TÉCNICA?

Rapidez. Las carillas de composite requieren menos citas y tiempo en consulta que las porcelánicas, y la técnica de inyección acelera incluso más el proceso. Con la tradicional aplicación de carillas de composite el odontólogo las aplica una a una manualmente sobre el propio diente, de una forma que podríamos denominar ‘más artesanal’. Sin embargo con esta técnica, una vez colocado el molde sobre los dientes del paciente, el tiempo de inyección es aún más rápido. 

Presupuesto. El coste asociado disminuye con la aplicación de esta técnica. Para empezar, las carillas de composite son de por sí más económicas, tanto por el material como porque necesitan mucha menos atención, dedicación y citas por parte del especialista en estética dental, y con esta técnica en concreto este coste se reduce aún otro poco, debido a que la cita se reduce a su vez en cuanto a tiempo. 

¿Y POR CONTRA?

Además de las contras asociadas a las carillas de composite frente a las de porcelana, como la durabilidad, la tinción o el propio resultado final, en el caso de esta técnica debemos mencionar que es menos versátil que la aplicación directa del composite frente al diente. Aunque tras la inyección del composite, el especialista puede trabajar sobre la carilla resultante para modificar cualquier pequeño detalle que crea conveniente, el hacerlo él mismo paso a paso siempre le ofrece una mayor libertad y, por tanto, suele tener mejores resultados. 

 

Si estás interesado en las carillas de composite inyectado, ponte en contacto con nosotros para que te asesoremos sobre todo lo que podemos hacer por ti y tu sonrisa.

¿Interesado en estética dental? No te pierdas nada, suscríbete a nuestra newsletter