Durante las revisiones dentales de los más pequeños, no solo valoramos el estado de su salud dental, si no que los odontopediatras vamos mucho más allá. Y es que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, la boca no es un componente aislado en nuestro cuerpo, sino que lo que afecta a una afecta al otro y viceversa. Somos, al fin y al cabo, una máquina perfecta llena de engranajes conectados entre sí de formas que a día de hoy aún se siguen investigando.
Los odontopediatras estamos muy conectados con varios especialistas de referencia y derivamos de forma continua a los niños que creemos necesario.
Te doy algunos ejemplos basándonos en un listado por especialidades:
Otorrinolaringólogo
Cuando un niño o niña manifiesta ser un respirador oral, es decir, que respira por la boca en lugar de por la nariz, lo hace con una determinada maloclusión, con la posición de labios abiertos aún en reposo, mediante ronquidos, sequedad oral, ojeras, cara larga o sarro desde edades muy tempranas. Esta respiración oral suele producirse debido a que tienen las vegetaciones o amígdalas hipertróficas, por lo que derivamos al paciente al otorrinolaringólogo, que será el encargado de revisar las vías aéreas y despejarlas para una correcta respiración nasal de la forma que estime conveniente. Si quieres saber más sobre las contraindicaciones de la respiración oral, puedes leerlo aquí.
Psicólogo
En ocasiones algunos niños no tienen buenos hábitos alimentarios, no tanto por la calidad de la comida (donde la intervención es directamente a los padres), sino porque tienen trauma por algún atragantamiento y dejan de masticar, porque comen comida triturada para que no perciban ciertos sabores o directamente porque debido a sus necesidades especiales la deglución es más complicada para ellos.
Esto es un problema, debido a que los huesos y músculos de los maxilares necesitan una buena masticación para tonificar los músculos y realizar un buen sellado labial a la hora de deglutir, y masticación de alimentos duros, secos y fibroso para la correcta expansión del hueso y arrastre de restos alimentarios.
En caso contrario, aparecen mordidas cruzadas, paladares estrechos y sarro en zonas de masticación nada habituales que generan caries con mayor frecuencia.
Por eso, en estos casos derivamos a un psicólogo especialista en trastornos alimentarios, para que trate la raíz del problema.
Logopeda
La deglución en los bebés es diferente a la de los adultos, por motivos evidentes, y la transición suele ser innata y natural. Sin embargo, en algunas ocasiones, ciertos niños no llegan a modificar esta conducta, lo que provoca que los dientes anteriores se inclinen o no terminen de cerrar al morder, debido a la continua presión que la lengua ejerce contra el lugar equivocado.
Con la ayuda de un logopeda especializado en terapia miofuncional, podremos modificar esa forma de deglutir y la mordida podrá cerrarse naturalmente sin más ayuda que su propio crecimiento, en el que un buen diagnóstico a edades tempranas es promordial.
Fisioterapeuta
Aunque en los adultos es algo más complejo, en edades tempranas el bruxismo puede deberse a factores fisiológicos o estar causado por algún contacto prematuro de alguna maloclusión. En estos casos derivamos a fisioterapeutas especializados en el ATM mientras tratamos de resolver la causa física del mismo.
Cirugía
Aunque en nuestro caso esto sería una derivación interna dentro de la propia clínica, pues sería Fernando García Vélez el cirujano encargado del caso, en otras clínicas odontopediátricas no cuentan con servicio de cirugía, por ello lo incluyo en la lista. Existen numerosos casos de anquiloglosia lingual (un frenillo de la lengua muy corto) o labial desde el nacimiento. En estos casos, al ser el frenillo demasiado corto, dificulta la succión durante la fase de lactancia materna del bebé, que no se engancha al pecho y causa dolor a la madre. En otros casos en los que el niño o niña es mayor, puede provocar una mordida abierta o dificultar la pronunciación de las palabras con ‘R’. En estos casos debe practicarse una frenectomía. Aquí tenéis un ejemplo reciente de una practicada en nuestra clínica.
Maxilofacial
Algunos niños tienen un crecimiento asimétrico bastante extremo entre el tamaño del maxilar y la mandíbula. Tanto, que ni tan siquiera la detección temprana puede impedir técnicas más invasivas. En estos casos en los que es necesario colocar aparatos más complejos, necesitamos la ayuda de un experto, en este caso el cirujano maxilofacial.
Pediatra
Por supuesto, son muchas las situaciones que pueden llevar a derivaciones entre la clínica dental y el consultorio médico. En nuestro caso, por numerosas llagas, lesiones o ampollas que merecen revisión porque se pueden deber a una bajada de defensas. O al contrario porque dolores de oído o de garganta pueden ser provocados por una causa dental.