Si estás leyendo este artículo, es probable que padezcas algún tipo de enfermedad respiratoria, ya sea crónica o transitoria, y te hayan contado que puede afectar a tu salud bucodental. Quizá, como es el caso de varios pacientes de la clínica, padeces una de estas enfermedades desde hace años, pero jamás se te había ocurrido relacionarla con tu salud oral, y un amigo, un conocido u otro profesional sanitario, te ha hablado de que comparten relación estrecha.
El primer punto que queremos aclarar, serviría de respuesta al título de este artículo: sí, existe relación. A continuación veremos hasta qué punto, cómo y por qué, y también según qué enfermedades. También, aclarar que esta relación, como casi todas las relaciones que se establecen en nuestro cuerpo, es bidireccional. Estas enfermedades pueden influir, y de hecho lo hacen, a nuestra salud oral y al contrario.
Así pues, comencemos por aclarar primero esta relación en ambas direcciones.
La salud oral y su impacto en las enfermedades respiratorias
El cuerpo, como ya hemos contado en varias ocasiones en nuestro blog, funciona como un único organismo, un todo, compuesto por diferentes sistemas que la ciencia ya ha demostrado que se influyen constantemente. Al igual que un problema en nuestro sistema renal termina afectando al resto de nuestra salud en general, todo lo que ocurre en nuestra cavidad oral también afecta a nivel sistémico a nuestra salud general. Ya hemos trazado esta relación en otras ocasiones, hablando de periodoncia, por ejemplo. La relación entre la periodoncia y las enfermedades respiratorias se señala en varios estudios, uno de ellos demostrado en la Universidad de Yale, que señalan que las bacterias que habitan en nuestra boca, especialmente la placa bacteriana, pueden ser trasladadas a los pulmones, causando así enfermedades respiratorias.
Hay que tener en cuenta que hay más de 1000 especies bacterianas presentes en la microbiota oral, lo que afecta a la relación entre la cavidad oral y los pulmones, haciendo que la salud bucal sea fundamental para la respiratoria. Las enfermedades respiratorias más comunes son la neumonía, la bronquitis y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Aunque esta última tiene al tabaco como una de sus principales causas, también se la ha relacionado con la mala salud oral.
El impacto de las enfermedades respiratorias en la salud oral
Si hablamos al contrario, las enfermedades respiratorias tienen impacto sobre la salud oral en varios sentidos. Primeramente, por la enfermedad en sí misma y, también, en ocasiones, por la medicación que tomamos para combatirlas.
En este sentido, muchas de las consecuencias al respecto vienen derivadas de la forma de regular la saliva. Como ya hemos explicado en otros artículos de nuestro blog, la saliva juega un papel fundamental en lo tocante a nuestra salud oral. Una disminución en la producción de la misma, aumenta tanto el riesgo de caries e infección como el de otros problemas dentales. Por eso, los pacientes que tienen la ya citada EPOC, que a menudo tienden a respirar por la boca, pueden desarrollar complicaciones en lo tocante a su salud bucodental. Sabemos, gracias a nuestro equipo de ortodoncia, que la respiración oral en edad de crecimiento puede causar problemas con la mordida, la deglución y un paladar hundido, pero es que, además, en edades más adultas, también provoca sequedad, lo que facilita los procesos de infección.
Algo similar ocurre con los procesos asmáticos, aunque en este caso concreto se debe al uso de inhaladores, que entre sus efectos secundarios destacan la sequedad o el mal sabor de boca. Por eso, se recomienda a los pacientes que toman esta medicación que se enjuaguen la boca inmediatamente después. Si hablamos de otra case de impactos, podríamos destacar también la sinusitis, que causa dolor y presión en los dientes superiores y la mandíbula o los procesos febriles, que pueden llevar a la aparición de llagas en la boca.
¿Y qué podemos hacer para mejorarlo?
Para prevenir que unas y otras enfermedades afecten a nuestra salud oral o respiratoria y se compliquen entre sí, podemos seguir una serie de consejos:
Preocúpate por tu higiene bucal
Evidentemente el cepillado tres veces al día es algo que recomendamos todos los profesionales de la odontología, pero, como hemos indicado es aún más importante para quienes usen inhalador. Se recomienda, siempre que se pueda, intentar que inhalaciones y cepillado coincidan, para que éste se produzca siempre inmediatamente después de aquellas.
Eliminar el tabaco
Poco hay que señalar sobre este apartado, tan dañino tanto para la salud respiratoria como la bucodental.
Revisar la medicación junto al médico de cabecera
Aunque cada vez se recetan menos, especialmente si hay una alternativa viable, es importante revisar que nuestra medicación habitual para las enfermedades respiratorias, especialmente si se trata de enfermedades crónicas. Los efectos secundarios en la boca como la sequedad, infecciones o aumento de caries, pueden ser bastante problemáticos en el uso prolongado.