Implantes con carga inmediata, ¿qué son y qué podemos esperar de ellos?

Como implantólogo, tengo claro que una de las mayores preocupaciones de los pacientes que se plantean un implante dental son los tiempos de espera. Son muchos los que han pasado por el sillón de Vélez y Lozano, y afortunadamente una amplia mayoría se marchan contentos, pero siempre con la misma pregunta: ¿Y cuándo me podré poner la corona definitiva?

Es una duda más que razonable, ya que el proceso de osteointegración del implante, necesario para la colocación de la corona definitiva, puede llevar unos tres meses, de media. Por eso, para ofrecer una alternativa a determinados pacientes que cumplan con unas características específicas, comenzaron a colocarse los implantes con carga inmediata.

¿Qué es un implante de carga inmediata?

Los implantes se pueden dividir en varios subtipos, pero si hablamos de la colocación de la prótesis, podemos separarlos en tres, según la literatura científica al respecto:

Carga diferida. Se trata de la carga convencional, una vez que el proceso de osteointegración ha finalizado de forma correcta y se comprueba que la estabilidad del implante es la esperada, se puede colocar la prótesis definitiva. Es la más habitual y en ella el paciente no lleva ningún tipo de prótesis provisional, directamente se le colocará la final.

Carga temprana. Se considera una carga temprana a aquellas que ocurren desde los dos días después de la colocación del implante hasta los tres meses de la cirugía.

Carga inmediata. Para que la colocación de la prótesis provisional se considere inmediata, es necesario que ocurra en las 48 horas posteriores a la intervención. Normalmente ocurre en la misma cita que la colocación del implante, aunque en ocasiones puede que se realice al día siguiente por consideración del implantólogo.

Dentro de los implantes de carga inmediata, a mí me gusta diferenciar dos tipos: la carga inmediata persé, en la que la corona provisional se coloca en una zona en la que oclusiona contra el diente contrario, y la provisionalización estética, aquellas prótesis que se colocan en sectores visibles de la sonrisa y que no oclusionan contra otro diente.

¿Cuáles son las ventajas de un implante de carga inmediata?

La estética. El principal, más evidente y prácticamente único punto a favor de este tipo de implantes es la estética. El paciente se marcha de la cita con una prótesis (provisional, pero una prótesis) donde antes tenía una ausencia, lo que a nivel psicológico influye bastante y suele representar una ventaja muy atractiva para muchos pacientes, sobre todo si son jóvenes y si la pieza a reponer se encuentra en un sector muy visible de su sonrisa.

¿Y las desventajas?

El proceso. Evidentemente el tratamiento requiere más citas, ya que hay que colocar la corona provisional. Esto lleva a algunos pacientes a ‘echarse atrás’, ya que requiere más tiempo en gabinete, más desplazamientos a la clínica…y muchos prefieren esperar un poco más y colocarse directamente el definitivo.

Los riesgos. Aunque estos implantes solo se colocan en casos concretos y específicos en los que la cantidad de hueso es la suficiente como para proporcionar una estabilidad del implante muy buena justo tras la operación, eso no implica que el proceso esté exento de riesgos. Y es que la colocación de esta corona provisional solo puede darse en casos muy concretos en los que ésta no choque con los dientes contrarios, lo que es una situación muy específica, y aún así no garantiza que no perjudique a la tasa de éxito del implante, por algunos motivos que os cuento a continuación.

Mi opinión personal y algunas conclusiones

Se genera diariamente en el sector dental mucha publicidad sobre implantes inmediatos que puede generar falsas esperanzas o expectativas en los pacientes. Sin embargo, un implante de carga inmediata requiere una estabilidad con un amplio margen de maniobra, y aun así, no se asegura que no disminuya la tasa de éxito, ya que la estabilidad mecánica que consigue el implante inmediatamente tras su colocación, se va perdiendo día a día a partir del tercer día, hasta alcanzar su punto más crítico y bajo entre la segunda y sexta semana, cuando un error en la curación por micro movimientos podría provocar un fracaso.

Por eso en nuestra clínica dental solo trabajamos con implantes de la mejor calidad y los que mayor tasa de éxito arrojan en los test que se manejan ahora mismo en los estudios, con materiales de primera y forma cónica, que imitan la forma de la raíz dental.

Aun así en Vélez y Lozano trabajamos mucho la carga temprana, porque es una opción bastante más segura que nos permite ‘saltarnos’ ese punto crítico que ocurre en torno a la cuarta o sexta semana (dependiendo de si hablamos de mandíbula o maxilar), y así asegurarnos de que la curación del implante está ocurriendo de forma exitosa y de que la osteointegración sigue el camino que debería, pero también proporcionando al paciente la opción de reponer su diente perdido antes de la colocación de la corona definitiva, si así lo prefiere.

En cualquier caso en materia de implantología no existen las sentencias totales porque cada caso tiene su propia casuística, por lo que si te planteas la opción de reponer tus dientes perdidos, te recomiendo que conciertes una cita de valoración conmigo para explorar tus posibilidades.

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