La lengua bífida, un problema para tu salud bucodental

Las modificaciones corporales han sido, en mayor o menor grado, parte de muchas culturas desde hace cientos de años. Sin embargo, no fue hasta la llegada de la época contemporánea reciente, hace apenas unas decenas de años, que estas modificaciones comenzaron a extenderse por sociedades occidentales como la nuestra.

Así, no fue hasta los años 80 que se popularizó el uso de piercings y tatuajes entre la población española. Fue aún más adelante, con la llegada de Internet a los hogares y la globalización que esto supuso en términos de cultura, cuando ciertas modificaciones corporales más extremas comenzaron a despertar interés.

Una de las más extremas es la lengua bífida, y en ocasiones, sobre todo a través de las redes sociales, nos han preguntado si nosotros como clínica dental realizamos este tipo de modificaciones. La respuesta corta es no, pero hablemos un poco sobre la lengua bífida, por qué no la realizan los profesionales de la salud bucodental y sus consecuencias para ella.

¿Qué es la lengua bífida?

La lengua bífida o bifurcada, o incluso ‘partida’, se realiza dividiendo la lengua en dos desde la punta hasta la zona central, una característica que recuerda a los reptiles. En países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Australia es ilegal que un profesional lleve a cabo esta modificación solo por motivos estéticos, pero en muchos otros se recurre a la cirugía plástica para llevarla a cabo.

Aunque al tratarse de un órgano bucal algunas personas intentan recurrir a clínicas dentales como la nuestra, que un dentista realice este tipo de prácticas es ilegal en España. Además, por ética profesional lo lógico sería que cualquiera se negase.

¿Por qué? Pues porque la lengua es un órgano muy importante que interviene en varios niveles en nuestra salud bucodental además de en funciones tan importantes como el habla, la masticación y la deglución, entre otras cosas.

¿Qué problemas puede causar la lengua bífida?

La lengua bífida puede causar ciertas complicaciones en nuestra salud bucodental y en nuestro día a día tales como:

  • Dificultad para comer y hablar. Muchas personas que se han sometido a esta operación comienzan a desarrollar dificultades a la hora de comer diferentes alimentos, especialmente aquellos duros. También, al hablar y pronunciar algunos vocablos, aunque según el caso podría solucionarse reeducando a la lengua en este sentido.
  • Problemas de higiene bucodental. Hay que extremar la higiene, ya que, al tener una hendidura en la lengua, podrían acumularse restos de comida que den origen a inflamación o irritación de la zona o el músculo en general.
  • Maloclusiones y malformaciones. Aunque los pacientes que se sometan a este tipo de operación ya deberían haber terminado su fase de crecimiento, con el paso de los años estas alteraciones de tipo displasia linguofacial, acaban generando deformaciones en la zona del paladar. También puede verse afectada la alineación de los dientes, lo que puede hacer necesario un tratamiento de ortodoncia correctiva en el futuro.

Conclusión

Por tanto, como profesionales de la salud bucodental no solo no estamos autorizados a realizar este tipo de intervenciones, sino que además las desaconsejamos completamente.