Por qué sonreír sienta tan bien

Nadie duda de que la felicidad nos hace sonreír, pero ¿puede una sonrisa aportarnos felicidad? Lo cierto es que incluso cuando se trata de una sonrisa falsa, mover de una manera determinada los músculos que rodean nuestra boca nos hace sentir bien.

Por eso, en esta nueva entrada del blog de la clínica dental Vélez y Lozano, dentistas de calidad en Murcia, queremos profundizar sobre las causas que se esconden detrás de la sensación de placer que acompaña a toda sonrisa.

Para entender cómo funciona el efecto de sonreír en nuestro organismo, vamos a exponer un experimento clásico realizado con 169 sujetos y publicado por la revista especializada ‘Psychological Science’. Los investigadores usaron palillos chinos para manipular los músculos faciales de los participantes, logrando diferentes expresiones: neutral, una sonrisa estándar o una sonrisa de Duchenne (lo que se conoce como la sonrisa ‘genuina’).

Además de la colocación de los palillos, la metodología del experimento fue completada con un grupo de participantes a los que se les pidió que sonrieran de forma explícita, sin sostener ningún artilugio entre los dientes.

Los sujetos se sometieron a una serie de actividades multitarea inductoras de estrés, que se esforzaban para llevar a cabo mientras continuaban sosteniendo los palillos en la boca. Durante el experimento, la frecuencia cardíaca de los sujetos y los niveles de estrés se monitorizaron y fueron controlados en todo momento.

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Los resultados del estudio pusieron de manifiesto que los participantes que fueron instados a sonreír mientras realizaban actividades estresantes, registraron un ritmo cardíaco inferior al de los sujetos que mantenían expresiones neutrales. Lo más sorprendente es que los participantes asignados con la sonrisa de Duchenne eran los más relajados de todos, registrando los efectos más positivos. Aquellos con sonrisas forzadas por los palillos chinos también informaron sentimientos más positivos que los que no sonreían en absoluto.

La conclusión de este estudio clásico -realizado bajo el nombre ‘Sonreír y aguantar: la influencia positiva de la expresión facial manipulada como respuesta ante el estrés’- pone de relieve que, cuando una situación nos genera un estado de estrés y nerviosismo, incluso una sonrisa forzada puede hacernos sentir más relajados y felices.

Los psicólogos y sociólogos señalan algo que los odontólogos tienen muy claro: una sonrisa atractiva, sana y saludable nos reporta bienestar en nuestra vida diaria, nos genera confianza, una mayor autoestima y ahora también sabemos que reduce el estrés.