Ronquidos, apnea del sueño y salud bucodental. Las Claves.

Uno de los males más comunes entre quienes sufren trastornos mientras duermen es la apnea del sueño. 

La apnea del sueño se produce por una obstrucción de las vías respiratorias mientras se duerme, que no permite la entrada del aire a los pulmones. 

Por esta causa aparecen los ronquidos, que además de ser muy molestos favorecen la sequedad de la boca y la aparición de otros problemas.

Según publicó el Journal of Clinic Sleep Medicine, el 90% de las personas con bruxismo nocturno presenta apnea de sueño en alguno de sus estadios

CÓMO AFECTA LA APNEA DEL SUEÑO A LA SALUD BUCODENTAL

Las personas que la sufren tienden a no descansar en condiciones, se despiertan con dolor de cabeza y también padecen falta de concentración. 

Hay dos tipos principales de apnea:

  • La apnea del sueño obstructiva: La apnea más común, resultado de un bloqueo en la circulación del aire durante el sueño, normalmente cuando el tejido blando en la parte trasera de la garganta se colapsa mientras duerme. Algunos factores de salud, como la obesidad, pueden contribuir.
  • Apnea del sueño central: Resulta de un problema con la manera en que el cerebro indica las órdenes a los músculos de la respiración. La vía respiratoria no se bloquea, sino que el cerebro no indica a los músculos que deben respirar. Este tipo de apnea puede ocurrir con afecciones como fallos cardiacos, tumores cerebrales, infecciones en el cerebro y derrames.

La apena puede afectar a cualquiera a cualquier edad, aunque los hombres son más proclives a desarrollar el desorden. El riesgo también es mayor para aquellos:

  • Mayores de 40 años.
  • Con sobrepeso.
  • Con grandes amígdalas, una lengua larga o mandíbulas pequeñas.
  • Con historial familiar de apnea del sueño.
  • Con una obstrucción nasal debido a un tabique desviado, alergias o un problema sinusal.

Si se deja sin tratar, la apnea puede dar lugar a una serie de problemas de salud, entre ellos:

  • Alta presión arterial.
  • Derrame.
  • Fallos cardiacos, latidos irregulares y ataque cardíaco.
  • Diabetes.
  • Depresión.
  • Deterioro del ADHD.

No debemos olvidar que varios estudios vinculan la apnea del sueño con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y otras enfermedades neurológicas degenerativas que podrían tener su origen en la falta de oxigenación de las neuronas. 

La apnea puede tratarse. Existen varias opciones:

Ajustar los hábitos del sueño: esto puede implicar sencillamente que no duerma sobre la espalda

  • Presión del aire positiva continua (CPAP): un dispositivo que mejora la respiración mientras duerme. El dispositivo suministra aire a través de los tabiques nasales y la presión de aire mantiene la vía respiratoria abierta mientras duerme.
  • Aparatos bucales: algunos dispositivos bucales pueden mover y sujetar la mandíbula a fin de evitar que la vía respiratoria se colapse. Las investigaciones demuestran que los aparatos bucales puedan prevenir con éxito la apnea en algunos casos leves a moderados.
  • Cirugía: según la American Academy of Dental Sleep Medicine, la cirugía en la vía respiratoria superior puede recomendarse cuando otras opciones de tratamiento no han logrado eliminar los síntomas de la apnea. En función de la localización y la naturaleza de la obstrucción de la vía respiratoria, el procedimiento podrá ser mínimamente invasivo o más complejo. Puede que sea necesario eliminar las amígdalas u otras partes del paladar blando o de la garganta

POR QUÉ VISITAR A TU DENTISTA EN CASO DE SUFRIR APNEA DEL SUEÑO

Existen dispositivos no invasivos y desarrollados por equipos conjuntos de odontólogos, neumólogos y otorrinos, que sirven para tratar los casos de apnea leve y moderada.

Una de las formas de combatir la apnea del sueño es a través de la colocación de férulas de descarga que ayudan a que el aire se introduzca en el organismo de la forma adecuada. Y también logran que la presión sobre los dientes sea mucho menor. 

La apnea del sueño puede ser originada por una mala posición de la mandíbula; incluso se relaciona con el bruxismo.