Cinco razones por las que tu dentista puede ser un gran amigo

De un amigo se esperan muchas cosas: comprensión, confianza y otros múltiples placeres y beneficios que sólo un verdadero amigo proporciona. ¿Sólo un amigo? Esta semana desde Vélez y Lozano queremos demostrarte que algunas de las mejores virtudes de la amistad pueden encontrarse también en tu relación con tu dentista.

1- Mejora tu autoestima

Una de las principales ventajas de tener dentista es que tu auto-imagen se verá mejorada. Nada de sentir miedo al sonreír o sentirnos inseguros por el mal aliento. El dentista viene en nuestra ayuda, mejorando nuestra seguridad en nosotros mismos y nuestra capacidad para expresarnos como somos ante los demás.

2- De toda confianza

Lo que pasa en la consulta del dentista, se queda en la consulta. Un verdadero profesional de la odontología tiene la intimidad con el paciente como uno de los pilares de su profesión. Como la inmensa mayoría de los profesionales sanitarios, los problemas de los pacientes son una parte confidencial del trabajo, y un distintivo de profesionalidad.

3- Mira por tu bienestar

Un buen dentista vigila tu salud, llevando un registro continuado en el tiempo. Es, por decirlo de alguna manera, una persona que vela por tu bienestar de forma continua. De hecho, si le somos fieles, puede hacerlo durante el resto de nuestra vida. Por otra parte, los dentistas son especialistas en dar consejos de prevención, por lo que recuerdan a ese amigo/a que siempre está dándonos consejos acerca de qué debemos hacer para no sufrir.

4- Te hace sonreír

Y es que por muchos años que pasen, tu dentista siempre deseará verte sonreír, pues tu sonrisa es el fruto de un trabajo bien hecho. Dicen que quien te quiere bien te hará sufrir. Nosotros pensamos que quien de verdad te quiere te hará sonreír.

5- Nunca te hará sufrir

Y es que el mito de la silla del dentista como un potro de tortura hace unos años que acabó. En la actualidad, existen múltiples recursos con los que decir adiós al dolor, sin renunciar a ningún tratamiento. Despídete de los viejos procedimientos y busca las clínicas que eviten dolor al paciente.